Varios ministros del Gobierno británico se oponen abiertamente a un ‘brexit’ sin acuerdo. La responsable de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, que en el pasado ocupó la cartera de Interior, advirtió que esa ruptura amenazaría la seguridad del país. El ministro de Negocios, Greg Clark, considera que esa opción, “no debe ser contemplada”. Su número dos, Richard Harringon, anunció que dimitiría si el Gobierno toma la vía de la ruptura sin más.

La Cámara de los Comunes aprobó una enmienda apoyada por parlamentarios de todos los partidos para impedir que el Gobierno recaude dinero destinado a preparar una salida por las bravas, sin el consentimiento previo de los diputados.

INTIMIDACIÓN Y ACOSO

El enfrentamiento político a causa del ‘brexit’ ha cambiado el talante del Reino Unido. Treinta meses después del referéndum la disputa comienza a tomar un giro peligroso en la calle. De cara a la crucial votación del próximo martes, la dirección de la Policía Metropolitana anunció el reforzamiento de efectivos en los alrededores del Parlamento para proteger a los diputados y periodistas, que sufren desde hacen semanas intimidación y acoso. Abusos protagonizados por grupos de extrema derecha que, equipados con chalecos amarillos a imitación de los manifestantes en Francia, persiguen e insultan a los políticos en las inmediaciones del palacio de Westminster.

La diputada conservadora Anna Soubry, que hizo campaña por la permanencia del Reino Unido en la UE, fue rodeada el lunes por varios de estos elementos que en actitud amenazadora le llamaron “nazi”, “traidora” y “basura”, ante la pasividad de varios policías presentes. Cuando minutos después Soubry contaba lo sucedido en directo ante las cámaras de la BBC y Sky News instaladas en College Green, al exterior del palacio, el grupo volvió corear los mismos gritos.

FASCISMO INTOLERABLE

Más de un centenar de diputados pidieron el martes a la policía que acabe con los abusos. El portavoz de la Cámara de los Comunes, John Bercow, calificó la intimidación como “un tipo de fascismo”, completamente “intolerable” en una democracia.

También el comentarista político Owen Jones publicó un vídeo en el que era seguido e insultado por el mismo grupo. Las cadenas de televisión están considerando trasladar a otro lugar sus estudios provisionales para evitar los incidentes cuando entrevistan a los políticos.