Miles de personas protestaron hoy en la capital de Túnez contra la controvertida propuesta de ley de reconciliación nacional que debate el Parlamento y que en su actual redacción permitiría amnistiar a importantes miembros de la dictadura de Zinedine el Abedin Ben Ali.

Al grito de "no hay perdón", "no a la impunidad", los congregados acusaron al partido gobernante Nida Tunis y a su socio en el poder, el islamista Ennahda, de traicionar con este proyecto legal los principios que en 2011 impulsaron "la revolución del jazmín" y dieron inicio a la "primavera árabe".

La ley, cuya primera redacción ya fue rechazada en 2015, pretende facilitar una amnistía a todos los funcionarios corruptos que durante la dictadura evadieron capitales públicos a cambio de que devuelvan lo robado más un tanto por ciento de multa.

"Esta es una campaña abierta a todos aquellos tunecinos que crean que la lucha contra la corrupción es una misión nacional para poder continuar con el proceso que se inició con la revolución de 2011", dijo a Efe Sabra Chraifa, una de las coordinadoras de la marcha.

"Estamos más de 40 asociaciones y partidos políticos para enviar un mensaje claro. 'No' a la corrupción, 'no' a la ley de reconciliación, que consideramos una forma de blanquear la corrupción", explicó la portavoz.

En la misma línea se expresó Nidal Amani, diputado del Frente Popular, tradicional partido de la izquierda tunecina, para quien esta ley es una traición diseñada por el presidente de la República, Beji Caid Essebsi, impulsor de la misma, y Ennahda, el partido mayoritario en el Parlamento.

"Estamos en contra de esta ley porque lo que permite es la restauración del antiguo régimen y de los viejos hábitos de la corrupción. Estamos aquí juntos, los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil para anular esa ley y para su retirada del Parlamento", subrayó.

Más contundente fue Hama Hamami, portavoz de la citada formación, quien puso el dedo directamente en Ennahda, un partido que, como recordó, hizo de la lucha contra la corrupción una de sus banderas y que de momento no se opone a la ley.

"La alianza con Ennhada está imponiendo el regreso al antiguo régimen, el regreso de los antiguos responsables", afirmó el veterano político tunecino.

En un foro previo a la protesta, celebrado el viernes en uno de los hoteles de la ciudad, las organizaciones explicaron que esta Ley de Reconciliación Económica y Financiera es inconstitucional e incompatible con los principios de la Justicia Transicional.

Abdelyelil Bedoui, presidente de Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), calificó de "falso" el argumento de que la ley servirá para recuperar capitales en el exterior y lanzar la economía que usa el mandatario para defenderla.

En verdad se traducirá "en una degradación de la confianza entre la sociedad y el Estado. No servirá para relanzar la economía porque son los propios corruptos los que mantienen el sistema de corrupción que se perpetúa así", declaró a Efe.

"La economía seguirá evolucionando así en un ambiente malsano que perpetuará el nepotismo o la evasión de capitales, impedirá las inversiones. La mejora de las perspectivas económicas tampoco hará que los corruptos dejen de sacar más dinero del país", subrayó.

Antonio Manganella, el jefe de misión en Túnez de Abogados Sin Fronteras, recordó a Efe que el proyecto viola dos artículos fundamentales de la Carta Magna: el compromiso del Estado a luchar contra la corrupción y la aplicación la Justicia Transicional en todos los dominios.

Ignorar estos artículos "impide la revelación de la verdad, y a la sociedad tunecina, comprender su pasado", así como "el reconocimiento de los derechos de las víctimas y la reforma de las instituciones", apostilló.