Un tiroteo ocurrido este martes en la ciudad belga de Lieja ha dejado al menos cuatro muertos y dos heridos. Se trata de dos policías, una tercera persona que transitaba por el lugar de los hechos en su coche y el atacante, que ha sido identificado por la prensa belga como Benjamin Hermans y que ha sido abatido posteriormente por agentes de la policía. Las autoridades trabajan con la hipótesis de que sea un ataque terrorista y según varios medios locales el hombre gritó Allahu Akbar (Alá es grande).

Eran las 10.30 de la mañana cuando ha comenzado a disparar contra dos agentes de policía a la altura del café des Augustines, en el centro de esta ciudad de Valonia, tras un control de identidad de rutina. Según la información que ha trascendido hasta el momento, el joven habría atacado con un cutter a las agentes y se habría hecho con una de sus armas. Tras disparar y matar a las dos agentes de la policía local, habría huido y se habría refugiado en el instituto Léonie de Waha donde habría tomado como rehén a una señora de la limpieza.

La policía ha reaccionado con rapidez. Los estudiantes, que no han estado en contacto con el atacante en ningún momento, han sido evacuados por seguridad a través de la parte posterior del edificio y se ha desalojado el bulevard d’Avroy, en pleno centro de la ciudad, entorno al cual se ha establecido un perímetro de seguridad. Durante la intervención policial posterior, la célula de policía local (PAB) ha abatido al atacante. Dos agentes han resultado heridos.

La Fiscalía federal ha asumido el caso lo que significa que las autoridades dan peso a la hipótesis de que haya sido un ataque terrorista. Según la radio RTBF, el autor del ataque se llama Benjamin Hermans, un joven de 36 años originario de la localidad de Rochefort, que habría salido este mismo lunes gracias a un permiso penitenciario de la prisión de Lantin, donde estaría encarcelado por delincuencia común. Según esta misma cadena se trata de un joven psicológicamente "inestable" y "marginalizado" y la policía no tendría constancia de su radicalización en prisión aunque varias de las personas que estaban en la zona han declarado haberle oído gritar Allahu Akbar.

Las imágenes en las redes sociales mostraron a las personas corriendo por seguridad en el bulevar central de Avroy, en Lieja, con los disparos y las sirenas sonando de fondo. Un vídeo mostró a dos policías con chaleco antibalas tratando de neutralizar al autor del atentado.

El primer ministro belga, Charles Michel, que sigue muy de cerca lo ocurrido a través del centro de crisis ha calificado de grave el incidente y ha mostrado su solidaridad con la familia de las víctimas. “Todo nuestro apoyo a las familias de las víctimas”, ha trasladado poco antes de partir hacia Lieja. También el ministro de interior se ha solidarizado. “Nuestros pensamientos están con las víctimas de este acto atroz de Lieja”, ha manifestado Jan Jambon.

Lieja, una ciudad industrial cercana a la frontera alemana en la región de Valonia de habla francesa, también fue escenario de un tiroteo en el 2011, cuando un hombre armado mató a cuatro personas e hirió a más de 100 antes de dispararse.