Un fuerte terremoto de magnitud 6,8 en la orilla oriental del mar Egeo ha sacudido este viernes la costa oeste de Turquía además de las islas griegas que quedan más cerca de Anatolia. De momento, según han informado las autoridades turcas, hay 12 muertos y más de 400 heridos. Grecia, por su parte, ha consignado la muerte de dos personas, dos jóvenes de 15 y 17 años que salían del instituto en Samos, la isla griega más cercana al epicentro. En esta isla, además, hay ocho heridos y algunos edificios antiguos afectados.

La peor parte se la ha llevado Esmirna, la tercera mayor ciudad de Turquía. Las autoridades temen que el número de muertos aumente en las próximas horas, ya que 20 edificios de viviendas de esta población han quedado completamente destruidos. Las tareas de rescate continúan.

"Estamos con nuestros ciudadanos afectados por el terremoto, con toda la capacidad del Estado. Estamos tomando todas las medidas necesarias para ayudar a la región", ha dicho este viernes por la tarde el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Su Gobierno ha sido muy criticado por la oposición en el último año por "no haber tomado las medidas necesarias" para proteger el país de los terremotos constantes que lo sacuden. El último mortal fue en enero de este 2020: murieron 41 personas.

"Es la vez que más cerca me he sentido de morir. Estaba en mi casa con mi hermana, y hemos sentido que, de golpe, todo se ha sacudido. Varios muebles se han caído", explica Müge, una jóven de Esmirna que vive en un barrio cercano a los más destrozados, Bayrakli y Bornova.

"La ciudad está colapsada, y muchos edificios han perdido los balcones", continúa. Según el Ministerio del Interior turco, más de un centenar de estructuras han resultado dañadas por este terremoto, que se ha sentido tan lejos como Atenas, en Grecia, y Estambul, en Turquía.

AVISO A LOS HABITANTES DE SAMOS

El epicentro ha tenido lugar a unos 17 kilómetros (11 millas) de la costa de la provincia de Ermirna, a una profundidad de 16 kilómetros, ha explicado la agencia de emergencias turca, que, ante la gran afluencia de ambulancias y equipos de rescate en la ciudad, ha pedido a los ciudadanos que no usen los teléfonos móviles ni llamen a sus amigos y familiares si no es estrictamente necesario.

Las autoridades griegas han instado a los residentes de Samos, una isla con una población de aproximadamente 45.000 habitantes, a mantenerse alejados de las zonas costeras, según ha explicado Eftyhmios Lekkas, jefe de la organización griega para la planificación antisísmica, a Skai TV de Grecia. "Ha sido un terremoto muy grande, es difícil tener uno más grande", dijo Lekkas.

MEZQUITAS Y HOSPITALES

En el lado turco, el Directorio de Asuntos Religiosos ha anunciado que las mezquitas estarán abiertas para acoger, por la noche, a todos aquellos que han perdido sus viviendas. En los hospitales de Esmirna, sin embargo, la situación era más complicada. Cuatro de ellos han quedado severamente dañados por el seísmo y han tenido que evacuar a todos los pacientes. Se les ha colocado en las zonas exteriores del recinto.

Esmirna es una de las ciudades más afectadas por el covid en Turquía, donde las unidades de cuidados intensivos, cada día que pasa, se llenan de más gente. El terremoto de este vierne aumentará la presión sobre el sistema sanitario de esa ciudad.

Ya ha habido países que han ofrecido su ayuda: la UE se ha mostrado dispuesta a ayudar tanto a Grecia como a Turquía, igual que la Francia de Emmanuel Macron, con quien en las últimas semanas Erdogan mantiene una batalla dialéctica.

De hecho, este viernes por la tarde, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y Erdogan, han hablado para apoyarse mutuamente: "He llamado al presidente Erdogan para ofrecerle mis condolencias por la trágica pérdida de vidas en el terremoto que ha sacudido nuestros dos países. Aún con nuestras diferencias, estos son tiempos en los que nuestra gente tiene que estar junta", ha dicho por sus redes sociales Mitsotakis. "Turquía está lista para mandar ayuda a Grecia si esta es necesaria", le ha contestado Erdogan al primer ministro griego.

Vivo aún en la memoria de los turcos sigue el terremoto de 1999 de la ciudad de Izmit, muy cerca de Estambul. En ese suceso murieron 17.000 personas y 250.000 se quedaron sin casa. Desde entonces, anualmente, los terremotos en Turquía, que se sitúa sobre una zona sísmica muy activa, son casi anuales; y algunos de ellos se cobran víctimas mortales.