Al menos 14 marineros han perdido la vida como consecuencia de un incendio que se declaró este lunes a bordo de un sumergible militar de Rusia que realizaba una exploración "en las aguas territoriales del país", según ha informado el Ministerio de Defensa. Los fallecidos se produjeron a consecuencia de la inhalación de humo, antes de que el resto de la tripulación lograra controlar el fuego.

El portal de noticias RBK ha informado que el incidente sucedió en una nave de propulsión nuclear. Fuentes gubernamentales han indicado que el sumergible ya había regresado a puerto y se hallaba atracado en la base de Severomorsk, no lejos de la ciudad de Murmansk, a orillas del mar de Barents. Una investigación para esclarecer las causas del siniestro ha sido abierta. El Gobierno ruso ha tardado al menos 24 horas en admitir los hechos.

La nave afectada, cuya única fotografía existente en la publicada por este tuit, es conocida en la terminología militar rusa como AC-12, o también por su apodo 'Losharik'. Se trata de un tipo de sumergibles desarrollados en el más absoluto secreto durante los 90, aunque solo pudieron ser botados principios del presente siglo debido a problemas financieros. Está diseñada para realizar a cabo misiones militares especiales a grandes profundidades, incluyendo la colocación de dispositivos de escucha. En su ficha técnica en la página en ruso de Wikipedia se asegura que es capaz de descender a 3.000 metros de profundidades (o inluso 6.500, según algunos datos) y su tripulación está compuesta de 25 personas, todos ellos oficiales.

Se revive la tragedia del 'Kursk'

El incidente ha reavivado la tragedia que vivió Rusia en agosto del 2000, pocos meses después de que Vladímir Putin fuera elegido presidente de Rusia. El submarino Kursk, también de propulsión atómica y también con base en Severomosrk, se hundió con 118 tripulantes a bordo durante unas maniobras. Todos ellos fallecieron.

Una reciente película recuperó el drama vivido entonces, cuya gestión suscitó duras críticas hacia el entonces flamante presidente y las autoridades. Se supo que un grupo de marineros había sobrevivido a las explosiones y había esperado durante horas una ayuda que nunca llegó, dada la negativa de Moscú a aceptar la solidaridad internacional en las horas iniciales del accidente.