Una cadena de explosiones en hoteles e iglesias ha sembrado de cadáveres la capital de Sri Lanka en el día que muchos creyentes católicos celebraban el Domingo de Resurrección. Los primeros recuentos sitúan el número de muertos en 207 y el de heridos en 450, pero la cifra puede subir en las próximas horas. La autoría de los atentados no aún sido aún reivindicada y se desconoce también cómo se han ejecutado, aunque una fuente policial ha hablado de terroristas suicidas. La policía ha detenido a ocho personas que podrían tener relación con los ataques.

Han sido atacadas la iglesia de San Antonio, en Colombo, la de San Sebastián, en la ciudad de Negombo, y la de Zion, en la ciudad de Batticaloa (este del país). También han sufrido las bombas los hoteles de lujo de Shangri-la, Kingsbbury y Cinnamon, todos en la capital.

Entre los fallecidos figuran al menos 20 extranjeros, según fuentes hospitalarias. Entre ellos hay tres británicos y dos con pasaporte británico y estadounidense, dos turcos y tres daneses. EEUU afirma que tiene a varios estadounidenses entre las víctimas aunque no ha precisado el número.

Además, horas después de los principales ataques, se han producido al menos dos detonaciones más, que han causado una decena de muertos (una en otro hotel en Dehiwala y otra en una zona residencial de Dematagoda). Uno de estos ataques ha sido perpetrado por un kamikaze.

"Las explosiones en Dehiwala y Dematagoda parecen haber sido causadas por los que huyen de la justicia", afirmó el ministro para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, en la red social Twitter, en lo que parece un alusión a los autores de los ataques de hoy, aunque no dio más detalles.

Personal diplomático de la embajada de España en Nueva Delhi se ha desplazado a Sri Lanka para tratar de contactar con los 92 españoles residentes registrados en ese país tras los atentados de este domingo.

El Gobierno de Sri Lanka ha decretado toque de queda "con efecto inmediato" para toda la población durante la noche. Además, ha cortado el acceso a las redes sociales.

El presidente del país, Maithripala Sirisena, se ha mostrado consternado por la masacre, ha pedido calma a la población y ordenado que se tomen las medidas “más severas contra los responsables de esta conspiración”. El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, ha condenado el “cobarde” ataque. “Llamo a todo el pueblo de Sri Lanka durante este trágico momento a que se mantenga unido y fuerte. Por favor, no propaguéis informaciones sin confirmar ni especulaciones. El Gobierno está tomando las medidas necesarias para controlar la situación”, ha pedido desde Twitter. El titular de la cartera de Economía, Mangala Samaraweera, ha lamentado la muerte de “muchos inocentes” en lo que parece una “acción coordinada para sembrar la muerte, el caos y la anarquía”. El arzobispo de Colombo, Malcolm Ranjith, ha solicitado una manifestación popular de apoyo a las víctimas y sugerido al personal médico que regrese al trabajo a pesar de las vacaciones.

Las primeras explosiones han tenido lugar pocos minutos después de las 9 AM (hora local) en los templos de San Sebastián y San Antonio. “Ha habido un ataque con bomba en nuestra iglesia, por favor acudan si tienen a familiares aquí para ayudarles”, se leía en la página de Facebook de la segunda. Las imágenes que han circulado por las redes muestran el suelo de la iglesia cubierto por los restos del tejado parcialmente destruido, los bancos de madera destrozados y manchas de sangre. Docenas de heridos han sido trasladados de urgencia al Hospital Nacional de Colombo.

Minutos después la policía informó de las ataques terroristas en los tres hoteles y la iglesia de Batticaloa. Un funcionario de las fuerzas de seguridad ha confirmado que al menos 300 heridos han sido conducidos al hospital. Efectivos policiales se desplazaron rápidamente a los hoteles e iglesias y acordonaron las instalaciones.

El Gobierno ha convocado para este domingo una reunión de emergencia para evaluar la situación en la que estarán presentes los más altos cargos del Ejército nacional, los titulares de los principales ministerios y el Secretario de Defensa.

Reacciones

El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, llamó a la calma en el país tras la serie de atentados con bomba. "Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores", aseguró Sirisena en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales en el pasado como reacción a sucesos violentos.

El presidente, que se mostró "en 'shock' y triste por lo que ha ocurrido", aclaró que "las investigaciones están en curso para descubrir qué tipo de conspiración está detrás de estos crueles actos".

El Papa Francisco también ha condenado los atentados, así como el presidente de EEUU, Donald Trump, que en este caso ha usado Twitter para el mismo fin.

En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha condenado a los "terribles atentados" de Sri Lanka. "Mi más enérgica condena a los terribles atentados de Sri Lanka. Decenas de víctimas que celebraban la Pascua de Resurrección nos hacen llorar", ha lamentado Sánchez en su cuenta de Twitter.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también ha mostrado en Twitter sus condolencias.