Al menos 71 personas murieron ayer en Guta, un conjunto de poblaciones satélites a las afueras de Damasco y que está bajo control de los rebeldes, como consecuencia de los intensos bombardeos lanzados por el régimen de Bashar el Asad, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los ataques, perpetrados por aviones de combate y proyectiles de artillería, dejaron 325 heridos. Guta es el único enclave cercano a la capital en poder de los rebeldes.

El mayor número de fallecidos se registró en Hamuriya, donde al menos veinte personas perdieron la vida por los bombardeos. El resto de víctimas perecieron en Saqba, Otaya, Yisrín y Zamalka.

En las últimas semanas, cientos de personas han perdido la vida por el aumento de los ataques contra Guta, donde la ONU calcula que hay unas 400.000 personas atrapadas por el asedio gubernamental desde el 2013.