Al menos 60 personas permanecen desaparecidas tras el naufragio el jueves cerca de la costa de Bangladés de una embarcación en la que viajaban refugiados de la minoría musulmana rohingyas que huían de Birmania, según ha informado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Las autoridades han informado este viernes que han recuperado los cuerpos sin vida de cuatro menores flotando en las aguas, lo que eleva a 20 los cadáveres hallados del hundimiento, todos de mujeres y niños. Otras 27 personas que viajaban en el mismo bote fueron rescatadas con vida, aunque nueve de ellos permanecen ingresadas en el hospital de Ukhia.

La OIM ha dicho que algunos supervivientes aseguraron que alrededor de un centenar de personas viajaban en el bote, que se hundió en el Golfo de Bengala cerca de la población de Shamlapur. "El destino de otros aproximadamente 60 rohingyas en el bote continúa siendo desconocido, dado que el viento y la lluvia torrencial continúan", afirma la OIM en un comunicado. "Mi esposa y mis dos hijos han sobrevivido, pero he perdido a mis tres hijas", afirma Shona Miah, de 32 años de edad.

Desde que el Ejército birmano lanzó una ofensiva en el estado Rakhine (oeste) después de que un grupo rebelde rohingya atacara varios puestos policiales y militares birmanos el pasado 25 de agosto, más de medio millon de miembros de esta comunidad han huido de la represión desatada por el Ejército de Birmania para buscar refugio en Bangladés, en una crisis que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado de "pesadilla humanitaria y de derechos humanos" y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de "limpieza étnica de manual".

En la actualidad hay cerca de 40 organizaciones humanitarias trabajando sobre el terremo para dotar de ayuda a los refugiados, cuyo número crece cada día. "Las agencias continúan centradas en entregar ayuda humanitaria donde la gente se ha asentado", indica un informe del Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU.

Condiciones desastrosas

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja ha advertido de los riesgos para la salud y la aparición y extensión de epidemias, con miles de casos de diarrea aguda vinculados a condiciones desastrosas de higiene."Nuestras clínicas móviles tratan cada vez a más personas, especialmente a niños, que sufren una diarrea terrible," ha dicho Mozharul Huq, secretario general de la Media Luna Roja en Bangladés. En algunos campamentos, solo hay un inodoro para cientos de personas, lo que implica la concentración de escrementos por todas partes.

La Cruz Roja estima que las necesidades de agua de medio millón de personas en campamentos improvisados son de 3,6 millones de litros diarios. A la zona se han enviado cerca 900.000 millones de vacunas del cólera ya que se teme una epidemia.

El Gobierno de Estados Unidos, a través de su embajadora ante la ONU, ha criticado con dureza la acción represiva del Ejército birmano. "No podemos tener miedo a llamar las acciones de las autoridades birmanas lo que parecen ser: una brutal y sostenida campaña para limpiar el país de una minoría étnica". La diplomática, en una reunión del Consejo de Seguridad, dijo que la ONU debe considerar acciones contra los implicados en los abusos y que todos los países deberían suspender sus ventas de armas a Birmania mientras no tome medidas para hacer Justicia.

Los miembros del Consejo de Seguridad han mostrado, sin embargo, sus diferencia sobre esta crisis. Mientras el Reino Unido y Francia mantiene las tesis estadounidense, China y Rusia manifiestan su apoyo al Gobierno birmano.