El aspecto lozano de Emmanuel Macron tiene un precio y los franceses se han enterado esta semana de lo que le cuesta al erario público la maquilladora personal de su presidente: 26.000 euros en los tres meses que el joven mandatario lleva en el Elíseo.

A la secretaría general del palacio presidencial han llegado dos facturas en concepto de gastos de maquillaje, una de 10.000 euros y otra de 16.000, según ha revelado este jueves el semanario ‘Le Point'.

Una cifra que ha confirmado a France TV Info un consejero de Macron. Para justificar una suma tan abultada el Elíseo argumenta que se trata de servicios externos a los que se ha acudido en los últimos meses debido “a la urgencia del momento” tras la llegada de Macron a la presidencia.

La profesional que se ocupa de maquillar a Macron, Natacha M., es la misma que se encargaba de hacerlo durante la campaña presidencial, y hasta la fecha no forma parte de la plantilla del Elíseo, como era el caso de la maquilladora de François Hollande, que tenía un sueldo neto mensual de 6.000 euros.

La situación laboral de la estilista podría cambiar porque, además de admitir que el montante de las facturas es elevado, el entorno del presidente está evaluando las necesidades que han surgido durante estos tres meses y pensando en un dispositivo menos oneroso.

TENSA 'RENTRÉE'

Sin embargo, en vísperas de una 'rentrée' política que se augura tensa por la aprobación de la reforma laboral y el anuncio de recortes, los gastos de maquillaje no son un buen preludio.

El inicio del curso político será decisivo para un presidente que ha perdido en tres meses 10 puntos de popularidad. El Gobierno reducirá el gasto público en 4.500 millones de euros y se ha propuesto situar el déficit en el 3% para cumplir sus compromisos con Bruselas y tener un mínimo de credibilidad ante Berlín para reorientar la política de la Unión Europea hacia una vertiente más social.

EL PELUQUERO DE HOLLANDE

Macron no es el primer presidente que genera polémica por el gasto exorbitante de sus estilistas. Según reveló en su momento el diario satírico ‘Le Canard Enchainé’, el peluquero personal de François Hollande se llevaba la friolera de 9.895 euros brutos al mes porque estaba dedicado en cuerpo y alma las 24 horas del día a la escasa cabellera del anterior inquilino del Elíseo.

Y Nicolas Sarkozy, que había optado como Macron por acudir a los servicios externos de una maquilladora antes de contratarla, pagaba una factura de 8.000 euros mensuales por cuidar su aspecto ante las cámaras, según 'Vanity Fair'.