La simpatía de los franceses hacia el movimiento de los 'chalecos amarillos' tiene sus límites. Y la paciencia de comerciantes, hosteleros y vecinos con los disturbios que salpican las manifestaciones desde hace meses, también. Aunque la opinión pública sigue apoyando las reivindicaciones de una mayor justicia fiscal o una mejora del poder adquisitivo -el 58% de los franceses lo hace, según un sondeo reciente del Instituto Elabe- más de la mitad -el 56%- cree que es hora de abandonar el ritual de los sábados.

Por primera vez desde que se iniciaron las protestas, el pasado 17 de noviembre, es claro el rechazo a los desfiles sabatinos que tanto están dañando la actividad económica y la imagen del centro de las ciudades francesas. La asociación Francia Urbana estima en más de 30 millones de euros las pérdidas desde el inicio del conflicto y solo en París se eleva a 15 millones, según cifras manejadas por el Ayuntamiento de la capital.

SITUACIÓN "CATASTRÓFICA"

Los alcaldes de las principales ciudades del país pidieron una reunión de urgencia con el Gobierno para solicitar ayudas y esta semana han sido los representantes de Pymes y comercios los que han visitado el Ministerio de Economía. Según la Confederación de Pymes, la situación es “catastrófica”. Unas 5.000 empresas han tenido que reducir la jornada laboral de sus empleados por el descenso de ventas, porque muchas prefieren echar el cierre los fines de semana antes que hacer balance de daños el lunes.

Las cifras del Ministerio del Interior también impresionan. Desde noviembre, la policía ha detenido a unas 8.400 personas. Los jueces han pronunciado 1.800 condenas; hay 1.500 personas a la espera de juicio y 316 encarcelados. Entre los policías, gendarmes y bomberos, el balance de heridos se eleva a 1.300. Entre los manifestantes, han sido especialmente graves los casos de dos de ellos que perdieron respectivamente un ojo y una mano.

Mientras, este viernes se ha celebrado el juicio contra el mediático y controvertido representante de los 'chalecos amarillos', Eric Drouet, un camionero de 34 años para quien la Fiscalía pide un mes de cárcel y 500 euros de multa por haber organizado varias manifestaciones sin haberlas declarado previamente. Su abogado ha denunciado un juicio “claramente político” para deslegitimar el movimiento. La sentencia se conocerá el próximo 29 de marzo.

POPULARIDAD DE MACRON

El presidente francés, Emmanuel Macron, por su parte, se recupera de la crisis gracias al gran debate nacional en el que está embarcado. El contacto directo (y largo) con alcaldes, jóvenes, pueblos y 'banlieues' está dando sus frutos. Según un sondeo de Ifop ha ganado seis puntos de popularidad en un mes, aunque el 64% de los franceses sigue teniendo una mala opinión del presidente. A Macron le siguen criticando y siempre le verán como el presidente de los ricos, pero al menos le reconocen “dinamismo y simpatía” en las maratonianas jornadas fuera de París.