Los servicios de emergencia británicos siguen trabajando en el interior del la torre Grenfell en busca de más cuerpos sin vida, después del incendió que devoró el edificio de 24 plantas y 120 apartamentos la noche del martes al miércoles en el barrio de Kensington, en Londres.

De momento se han confirmado hasta 17 muertos, aunque las autoridades temen que el número de fallecidos, basado en los desaparecidos, pueda superar los sesenta.

El comandante de la Policía Metropolitana de Londres (Met), Stuart Cundy, ha dicho que "tristemente, hay un riesgo de que no podamos identificar a todo el mundo", y ha agregado que espera que el número total de fallecidos no sea superior a "tres cifras". En el edificio vivían entre 400 y 600 personas.

La primera víctima cuya identidad ha sido divulgada es Mohammed Alhajali, un refugiado sirio de 23 años. La organización Campaña de Solidaridad con Siria informó en un comunicado que Alhajali, que había llegado a Londres en 2014 y estudiaba ingeniería civil, murió tras esperar durante dos horas la ayuda de los bomberos. La torre Grenfell incluía viviendas de protección oficial, asignadas a familias con pocos recursos.

ABRIR UNA INVESTIGACIÓN

"Mohammed estuvo al teléfono durante dos horas, hablando con un amigo en Siria, esperando a ser rescatado. Cuando el fuego alcanzó su piso, en el piso número 14, Mohammed se despidió de su amigo, diciendo que el fuego le había alcanzado. Pidió a su amigo que le comunicara el mensaje a su familia", relata la nota de la organización.

Omar, el hermano mayor de Mohammed y que estaba en el mismo apartamento cuando se declaró el incendio, logró sobrevivir. Su hermano abandonó el piso y acabó siendo rescatado por los bomberos, pero en su huida perdió de vista a Mohammed, que volvió a subir las escaleras y regresó a la vivienda.

Mientras tanto, la primera ministra,Theresa May, ha ordenado abrir una investigación que aclare las causas del siniestro.