En medio de la trama rusa por las elecciones de 2016, ahora la ciudadana rusa María Butina, detenida en EEUU en julio pasado tras ser acusada de espionaje, podría declararse culpable en el proceso que comenzará a mediados de diciembre, de acuerdo con documentos judiciales a los que tuvo acceso Efe.

La defensa de Butina informó al tribunal que lleva su caso, que la acusada quiere cambiar la declaración que hizo anteriormente, en la que afirmó que era inocente. Butina deberá comparecer ante la jueza responsable de su causa, Tanya Chutkan, el próximo miércoles y de ser hallada culpable, la joven podría enfrentarse a una condena máxima de 15 años.

AGENTE DEL KREMLIN

La ciudadana rusa de 30 años, que permanece en prisión ante el peligro de huida, fue arrestada en Washington por ser una supuesta agente ilegal del Kremlin, después de que el FBI relatara los esfuerzos de la joven por tejer una red de influencias en la política nacional, mientras permanecía en EEUU con una beca de estudiante y ahora está encarcelada en régimen de aislamiento en una prisión de Virginia.

Maria Butina entró a ese país con un visado para estudiar en la American University (Washington), pero nunca lo hizo. Entre 2015 y febrero de 2017, habría trabajado bajo las órdenes del alto funcionario del banco central ruso, Alexander Torshin.

LA RELACIÓN CON LOS TRUMP

Según las autoridades estadounidenses, Butina habría puesto en marcha una supuesta operación para tratar de favorecer los intereses del Kremlin en EEUU, primero desde territorio ruso y luego en el estadounidense.

Las conexiones de Butina, que trabajaba para un alto funcionario ruso, le llevaron a mantener encuentros con políticos estadounidenses y con la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés), incluso en julio de 2015, la rusa intercambió breves palabras con el entonces candidato Donald Trump sobre política exterior.

Posteriormente, en mayo de 2016 durante la convención en Louisville (Kentucky) de la NRA, Butina se reunió con Donald Trump hijo durante una cena y según el abogado del presidente de los EEUU, mantuvieron una conversación sin importancia sobre las armas.

Esas relaciones políticas de alto nivel llevaron al FBI a sospechar sobre las actividades de Butina, que ya que “los contactos podían ser usados por la Federación Rusa para penetrar el aparato de toma de decisiones de EEUU”, dijo esta agencia de seguridad.