Jared Kushner, asesor y yerno del presidente de EEUU, Donald Trump, parece haber descubierto la clave para resolver el conflicto por excelencia de Oriente Próximo, el que enfrenta a palestinos e israelís, que no se ha resuelto en 71 años.

Para Kushner, está claro que el conflicto "es un problema que se puede solucionar económicamente", según ha dicho este miércoles a la prensa en la conferencia de Bahréin, donde entre ayer y hoy ha presentado la vertiente económica del plan de paz para Oriente Próximo que Trump desvelará en noviembre, si ningún acontecimiento de última hora vuelve a retrasar su publicación.

Kushner y su suegro creen firmemente que con su plan económico, que aspira a recaudar 50.000 millones de dólares para impulsar principalmente la economía palestina, pero también las de Israel, Líbano, Jordania y Egipto, se llegará al camino de la paz.

Según Kushner, la ocupación israelí -600.000 colonos en territorio palestino, decenas de controles militares, un muro que se come tierra palestina en Cisjordania, el robo de recursos como el agua, la confiscación de tierras, la retención arbitraria por parte de Israel del dinero de impuestos que corresponde a los palestinos pero recaudan y distribuyen los israelís- no tiene nada que ver con el mal estado de la economía palestina.

CAMBIO DE MENTALIDAD

Kushner ha pedido apoyo en Manama, la capital de Bahréin, a los representantes de diversos países y a los inversores privados reunidos, así como un cambio de mentalidad para que los territorios palestinos salgan del pozo en el que se encuentran y dejen atrás una terrible situación de la que ha responsabilizado solo a los líderes palestinos.

El yerno de Trump ha acusado, sin nombrarlo, al movimiento palestino islámico Hamás, que controla Gaza, de los problemas que tienen sus habitantes y ha dicho que están "más preocupados de la destrucción de su vecino que del bienestar de sus ciudadanos".

El bloqueo que Israel mantiene sobre Gaza por tierra, mar y aire, desde hace doce años -hasta hace poco con la ayuda de Egipto-, Kushner no lo ha mencionado.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha insinuado de forma muy ligera que quizás la ocupación tenga algo que ver con los males de la economía palestina al indicar que Israel debería aliviar la restricción de movimientos de los palestinos.

SIN MOTIVOS PARA DESCONFIAR

Según ha dicho Kushner a los periodistas, "solo habrá un acuerdo de paz cuando las dos partes estén preparadas para decir sí". A la pregunta de qué pasará si los palestinos rechazan el plan, Kushner ha respondido: "No tienen un gran historial de haber conseguido acuerdos. Seguiré haciéndolo de la manera que queremos hacerlo".

Kushner ha dicho a los palestinos que "no tienen motivos para no confiar en Trump". Los únicos palestinos presentes en la sala eran empresarios que han acudido a título personal. Las autoridades palestinas han boicoteado la conferencia porque la consideran una especie de chantaje para hacerles tragar un plan de paz totalmente favorable a Israel.

La confianza de los palestinos en Trump es inexistente, sobre todo después de que reconociera Jerusalén como la capital de Israel, a pesar de que, según el derecho internacional, la parte oriental de la ciudad está ocupada por los israelís. Para rematar el reconocimiento, Trump trasladó la embajada de EEUU en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

El yerno de Trump se ha mostrado muy optimista en Bahréin respecto a la posibilidad de recaudar los 50.000 millones de dólares que busca para sus proyectos, pero de Baréin no ha salido con la caja llena. El foro se ha clausurado con intervenciones vacías, sin propuestas ni detalles concretos sobre el plan económico para rescatar a Palestina.

PRIMEROS 4.000 MILLONES

El secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, que ha sido el encargado de cerrar la conferencia, se ha mostrado confiado en que se pueden lograr los primeros 4.000 millones de dólares para el plan. "Sé que hay mucho dinero en esta sala", ha dicho junto a varios funcionarios de Finanzas árabes.

Arabia Saudí, Baréin y Omán -que ha anunciado la apertura de una embajada en Ramala, ciudad palestina donde se sitúa la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- se han mostrado prudencialmente optimistas respecto a los resultados de este foro económico en el que se han dado cita personalidades variopintas, desde el exprimer ministro británico Tony Blair, hasta el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el productor de cine Fernando Sulichin y la dueña de una compañía de taxis para mujeres en Egipto.