La oposición venezolana retornó a la Asamblea Nacional (AN), el órgano de poder legislativo, después de un intento del madurismo de tener su propio parlamento en alianza con una fracción de los grupos que abandonaron al diputado Juan Guaidó. La fractura busca debilitar al legislador a quien Estados Unidos y otros 54 países reconocen como «presidente encargado» de Venezuela. Guaidó fue no obstante ratificado como principal autoridad parlamentaria con el respaldo de 100 y de los 167 diputados existentes en la sede del diario El Nacional.

«La dictadura y sus cómplices hicieron un ridículo y salieron corriendo», dijo ayer el líder opositor después de que los diputados ocuparan otra vez las instalaciones de la Cámara y de que juramentara la nueva junta directiva. Los legisladores entonaron el himno nacional y luego escucharon de nuevo a Guaidó. «Se inicia el periodo de sesiones ordinarias en la Asamblea Nacional que fue instalada el pasado domingo a pesar de la toma militar del Parlamento. Hay todo tipo de planes para vencer a la dictadura», dijo el dirigente.

Luis Parra formaba parte de Primero Justicia, una de las agrupaciones más radicales del antimadurismo. Parra dio una pirueta política en el aire que para sus antiguos compañeros de ruta huele a dinero y aceptó convertirse en presidente paralelo de la AN en un país donde el madurismo ya había erigido una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para que funcionara como poder legislativo. Solo Rusia avaló el escandaloso nombramiento.

PRIORIDADES

Parra llegó temprano a la sede parlamentaria y frente a los escasos legisladores que lo aceptaron como presidente de la AN abrió una sesión que duró un suspiro. Los escaños vacíos dominaban la escena. «Nuestra agenda legislativa está dirigida a la acción social para mitigar la emergencia humanitaria compleja por encima de los intereses de las cúpulas extremistas, y también para el reconocimiento entre los poderes de cara a la gente», dijo antes de dar por terminada su primera jornada. También señaló que la AN fantasmal que asegura encabezar quiere designar un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) para que «de manera inmediata» se puedan celebrar «elecciones libres».

UNA «FARSA» DE SESIÓN

Henry Ramos Allup, el diputado socialdemócrata que secunda a Guaidó, calificó de «farsa» esta sesión. «Parra salió a las corridas. Y tiene razón para correr. Porque él sabe el tamaño de la fechoría que hizo. Ustedes vieron que ellos no tenían mayoría. No votaron nada. Llegaron, dijeron cuatro cosas y salieron volando», denunció Ramos.

El antimadurismo cree haber desbaratado la reciente maniobra del Palacio de Miraflores pero, según el analista Luis Vicente León, sigue mostrando una limitación política para poner en aprietos a Nicolás Maduro: «Al perder sus espacios internos, se hace más dependiente de una comunidad internacional que le apoya pero parece condenada a repetir las estrategias ya adoptadas, con el mismo resultado esperado».

GOLPES A INFORMADORES

Por otro lado, varios periodistas resultaron golpeados o atracados mientras daban cobertura a la primera sesión de la Asamblea Nacional, según informó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). «A esta hora, colectivos armados atacan, roban y golpean a periodistas», entre ellos Francesco Manetto, del periódico español El País, y Manuel Cobela, del canal privado Venevisión. «Les robaron sus equipos y documentos personales», indicó el SNTP a través de redes sociales. Además, denunció que al menos otros cinco trabajadores de la prensa fueron agredidos por civiles armados afectos al Gobierno de Nicolás Maduro que se apostaron a las afueras del Palacio Federal Legislativo y arengaron contra los diputados opositores.

La mayoría de estos hechos ocurrieron frente a decenas de agentes de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana que custodian la zona y bloquean algunos accesos.