El Senado italiano dio luz verde definitiva a una controvertida ley de legítima defensa promovida por la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y que permite repeler un asalto a un domicilio con el empleo de un arma legal. La ley, que amplía la ya existente sobre el derecho a la legítima defensa, fue aprobada por la Cámara alta en tercera lectura por 201 votos a favor, 38 en contra y 6 abstenciones.

Votaron a favor los senadores de los dos partidos que gobiernan en coalición, la Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas, así como los de Forza Italia (centroderecha) de Silvio Berlusconi, y los ultraderechistas Fratelli d’Italia, mientras los votos en contra vinieron de las bancadas del Partido Demócrata (centroizquierda, en la oposición) y tres del grupo mixto. Con la nueva norma se introduce el principio de que la defensa es «siempre» legítima y que «no es punible quien haya cometido el hecho al verse obligado por la necesidad de defender un derecho propio contra un peligro, siempre que la defensa sea proporcional a la ofensa». Entre otras cosas, autoriza a la legítima defensa en el domicilio a quien posea «un arma legal u otro medio idóneo».