El enfrentamiento entre Israel e Irán en suelo sirio alcanzó ayer uno de sus momentos más tensos. Rompiendo con la política de ambigüedad habitual respecto a sus ataques en territorio sirio -que suelen tener como blanco a Irán o al grupo chií libanés Hizbulá, aliados de Damasco-, el Ejército israelí informó de que la pasada madrugada bombardeó «objetivos iranís en Siria». Los bombardeos se produjeron horas después de que el sistema de defensa israelí Cúpula de Hierro interceptara sobre el Monte Hermón, en la zona de los Altos del Golán sirios ocupada por Israel, un misil lanzado por las fuerzas iranís desde Siria, disparado tras un ataque en el sur de Damasco atribuido a Israel.

En los raids israelís de ayer murieron cuatro soldados sirios y otros seis resultaron heridos, según informó el centro de control de defensa de Rusia, citado por la agencia RIA. Las fuerzas rusas también indicaron que la defensa aérea siria destruyó más de 30 misiles de crucero y proyectiles guiados. El número de muertos causados por los bombardeos israelís, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, es de 11 y solo dos de ellos son sirios.

El Ejército israelí reveló que atacó objetivos pertenecientes a la unidad de élite Al Quds de la Guardia de la Revolución Iraní y baterías de defensa aérea sirias. Los objetivos incluyen depósitos de armas en el aeropuerto internacional de Damasco, una instalación de los servicios de espionaje iranís y un campo de entrenamiento iraní.

Medios estatales sirios explicaron que Israel lanzó «un ataque intenso a través de oleadas consecutivas de misiles guiados», pero que las defensas aéreas sirias destruyeron la mayoría de los «objetivos hostiles». Testigos en Damasco contaron que durante la noche oyeron fuertes explosiones.

«El ataque iraní contra el territorio de Israel es otra prueba clara de la intención que hay detrás de los intentos de Irán de atrincherarse en Siria y del peligro que representa para el Estado de Israel y la estabilidad regional», afirmó el Ejército israelí en un comunicado. Irán disparó el misil para «disuadirnos y que no sigamos actuando contra ellos», agregó el portavoz militar Ronen Manelis.

«Estamos actuando contra Irán y las fuerzas sirias, que son cómplices de la agresión iraní. Dañaremos a quien nos dañe», sentenció por su parte el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu. Los incidentes suponen la peor escalada de tensión desde que el pasado mayo un amplio ataque israelí contra objetivos iranís en Siria causó al menos 27 muertos tras más de 70 bombardeos nocturnos en respuesta al lanzamiento de 20 cohetes desde el sur de Damasco contra el Golán.

Para el antiguo asesor de seguridad nacional israelí Yaakov Amidror, Israel está dispuesto a asumir el riesgo de intercambio de fuego con Irán y ha querido dejarle claro que «está decidido a impedir que construya una máquina de guerra independiente en Siria».

Algunos analistas del conflicto opinan que los iranís están indicando a Israel que su contención se ha agotado.