Un muñeco de trapo que representaba a los apagones sufridos por los venezolanos este año fue chamuscado para celebrar la quema de Judas en Caracas, donde no faltó la incineración de monigotes del presidente de los EEUU, Donald Trump, del opositor Juan Guaidó y del gobernante, Nicolás Maduro.

Pese a que la mayoría de los Judas, que fueron quemados como parte de la tradición de Semana Santa, representaban a políticos, en una comunidad del oeste de Caracas, El Cementerio, los seguidores del Gobierno y de la oposición decidieron dejar sus diferencias a un lado para quemar a un monigote que representaba al "apagón".

CONSERVAR LA TRADICIÓN

Según explicaron a los periodistas sus organizadores, entre los que estaban simpatizantes del Gobierno y la oposición, la comunidad decidió quemar a este muñeco debido a que los fallos eléctricos han afectado a todos por igual.

"Tenemos el apagón ahí y que simplemente cada quien queme a su responsable", dijo a periodistas uno de los organizadores del evento, el opositor Romel Martínez, pues el Gobierno y la oposición se culpan entre sí de los fallos eléctricos ocurridos en marzo pasado y que paralizaron al país por al menos 11 días.

Para los habitantes de esta comunidad, que celebra la quema de Judas desde hace 77 años, la idea es conservar la tradición que este año fue celebrada con música y actividades recreativas que contaron con el apoyo del chavismo.

El joven José Luis Tovar, miembro de la Juventud del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), indicó que con esta actividad lo que buscan es mostrarle al mundo que pese a las diferencias políticas "como pueblo padecemos la mismas realidades todos". La tradición de quemar a Judas en Venezuela se remonta a los tiempos de la conquista en 1499 con el italiano Américo Vespucio, de quien se hizo un muñeco, que fue sacrificado, por engañar a los indígenas de Cumaná, oriente del país.

RENCILLAS POLÍTICAS

En otra comunidad del oeste de Caracas, Catia, un sector popular de tendencia chavista, un pequeño grupo de personas quemó un muñeco de Donald Trump que en su mano tenía una marioneta que representaba al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente interino en enero pasado al considerar ilegítimo a Maduro.

"Donald Trump es un traidor al igual que Guaidó por eso lo tenemos allí (...) el imperio norteamericano le ha hecho un grave daño a la nación", dijo el también miembro del PSUV Richard Argüello a propósito de las acusaciones que hace continuamente Maduro, quien asegura que el líder opositor es una "marioneta" del presidente estadounidense.

Mientras tanto, en La Candelaria, un sector del centro-oeste de la ciudad, los opositores quemaron a figuras de Nicolás Maduro; del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; de la alcaldesa Érika Farías y del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.

"Por qué decidimos quemar a Vladimir Padrino? porque él es el que mantiene a la Fuerza Armada Nacional manteniendo a Nicolás Maduro en el poder", dijo a los periodistas el dirigente Carlos Julio Rojas. El sector salud también se unió a la tradicional "quema de Judas" para incinerar un muñeco de Maduro a quien responsabilizan por la crisis en esta materia, pues en el país existe escasez de medicinas y materiales médicos.

"El instituto (del Seguro Social) todos los días de la mano al paciente le dice: no hay, no ha llegado su medicamento, estamos hablando de (...) pacientes que todos los días se ven en la necesidad y en el llanto de no tener acceso a un medicamento por culpa de un usurpador", dijo la doctora Hilda Rubí González.