Todos los edificios históricos guardan objetos singulares, pero los que ocultan los depósitos del Senado francés son tan inesperados que han sorprendido incluso a los veteranos del Palacio de Luxemburgo, construido para María de Médicis en el siglo XVII y sede de la Cámara Alta francesa desde 1799.

Se trata de un busto en metal de 35 centímetros de Adolf Hitler, una bandera nazi de dos por tres metros y burós decorados con el águila del III Reich, ocultos desde hace 75 años. El diario Le Monde es el que los ha descubierto, dejando boquiabierto al mismísimo presidente de la institución, Gérard Larcher, que ha abierto una investigación.

Para situar las cosas hay que regresar a la segunda guerra mundial. Durante la ocupación nazi de Francia (1940-1944) la Luffwaffe, el Ejército del Aire alemán, se instaló cómodamente en el Palacio de Luxemburgo. Tanto, que llegaron a plantar un huerto en los jardines. Pero el 25 de agosto de 1944, el día que las tropas del general Leclerc liberaron París, los ocupantes dejaron un paisaje devastador. Hicieron incluso una pira con las sillas Luis XIV de madera dorada.

La liberación de la capital francesa tampoco fue un episodio civilizado, según recuerda en el diario la historiadora Cécile Desprairies. «Las banderas nazis se cogían como trofeos. Los edificios se saquearon, los libertadores llevaban trozos del ocupante que luego circulaban -y todavía circulan- en el mercado negro. No hubo una política de destrucción o una Policía de control. Los vencedores hicieron lo que quisieron», comenta .

En definitiva, cualquiera pudo guardar esos objetos en el Senado, cuyo arquitecto jefe, Damien Déchelette, es de los pocos que está al tanto del secreto, aunque dice desconocer cómo ha llegado hasta ahí la escultura. «El busto debía de estar en un despacho del ocupante», supone. Y si nunca salió de los almacenes, nadie se preocupó del tema. Hasta que Le Monde empezó a preguntar y el Senado admitió su existencia. «Me sorprende que no se haya tenido el valor de hacerlo desaparecer», señalaba el antiguo cuestor del Senado, Jean Marc Pastor.