El activista y artesano Santiago Maldonado desapareció el 1 de agosto con todo lo que significa ese verbo en Argentina. Se lo vio por última vez en una protestas de la comunidad mapuche que mantiene una dura pugna con el empresario italiano Luciano Benetton, dueño de 800.000 hectáreas en el extremo sur de Argentina. La manifestación fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad. Desde que Maldonado desapareció, hace 79 días, se han llevado a cabo en el país multitudinarias marchas exigiendo al Gobierno que informe sobre el paradero del activista, lo que hasta ahora no ha hecho.

El caso ha vuelto a la primera plana de los medios de comunicación después del hallazgo de un cuerpo sin vida en el río Chubut. El cadáver es el de un joven vestido con ropa celeste -igual que la que llevaba Maldonado el día de su desaparición- y se ha encontrado en el río Chubut, a tan solo 300 metros de donde se produjo la violenta intervención de la Gendarmería contra los manifestantes mapuches. El hallazgo ha dado un giro sorprendente a la investigación. Aunque se considera casi probado que se trata del cadáver de Maldonado, la familia ha solicitado el informe forense para “establecer la identidad y las causas de la muerte”.

Lo que llama más la atención es que el cuerpo se ha encontrado en una franja del río que ya había sido rastreada hasta en tres oportunidades. Maribel Sánchez, quien participó como supervisora de los organismos de derechos humanos en el procedimiento de rescate del cuerpo en ese río de baja profundidad y aguas heladas, ha sido más enfática. El cadáver, ha dicho, "fue plantado". El portavoz de la comunidad mapuche Pu Lof, Fernando Jones Huala, ha dicho al diario 'Página12' que “el cuerpo apareció flotando pasado el mediodía y boca abajo. La gente lo reconoció a simple vista”. Huala ha asegurado también que los propios buzos que fueron en su búsqueda le dijeron que todo era "un circo" porque en anteriores revisiones nunca encontraron nada.

Repercusión mundial

El 'caso Maldonado' se ha convertido en algo más que en una piedra en el zapato del presidente Mauricio Macri. El caso ha aparecido en las portadas de diarios de todo el mundo. Macri tuvo que escuchar quejas de la ONU y de Amnistía Internacional. Días atrás recibió a Bono, el cantante de U2, y lo que menos esperaba el presidente es que el cantante le soltara la pregunta que desde principios de agosto circula en las redes sociales como una suerte de rosario: “¿Dónde está Santiago?”. El rostro de Macri se congeló de disgusto.

A lo largo de estas semanas se han barajado distintas hipótesis sobre lo ocurrido. Todas conducen a la Gendarmería. Esa fuerza se ha convertido en un brazo esencial del Gobierno: es la que acaba de concluir, contra todas las evidencias conocidas, que el exfiscal Alberto Nisman, quien había acusado a la entonces presidenta y actual candidata a senadora, Cristina Kirchner, de “traición a la patria” por intentar negociar con Irán para dilucidar el atentado terrorista contra la mutual judía, en 1994, no se suicidó: lo asesinaron.

La “revelación” también se conoce en plena campaña electoral para las elecciones legislativas de este domingo. De hecho, el primer juez de la causa Maldonado, Guido Otranto, fue apartado después de que las sospechas de protección a los gendarmes se convirtieron en evidencias.

En las últimas horas se ha mostrado la última fotografía del activista. Fue tomada por la propia Gendarmería en el momento de la irrupción en la comunidad mapuche de Cushamen. La fuerza de seguridad tenía esas imágenes desde el mismo día en que un centenar de uniformados repelieron con armas a ocho jóvenes que huyeron hacia el río. La foto confirmó lo que el joven mapuche Matías Santana había dicho, pese a ser desacreditado por las autoridades: Maldonado vestía ropa celeste. El material gráfico estaba en poder del juez Otranto y se hizo público después que fuera reemplazado por Gustavo Lleral.

Desconfianzas

La familia Maldonado y los organismos humanitarios desconfían del Gobierno. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, fue repudiado al llegar a la provincia de Chubut, escenario de la desgracia. “Su presencia fue una provocación, todo el tiempo se obstaculizó una investigación independiente e imparcial”, dijo la abogada de los Maldonado, Verónica Heredia. El peso del caso en las emociones de la sociedad es inocultable y ha obligado a todos los contendientes a suspender la campaña electoral. El entorno presidencial no cree sin embargo que perjudique al Gobierno en las elecciones

. Aunque la candidata estrella del macrismo, Elisa Carrió, previsible ganadora de las elecciones del domingo en la ciudad de Buenos Aires, dijo que existía un 20% de probabilidades de que el activista estuviera en Chile.