El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, celebró el reconocimiento de la crisis venezolana por parte de la ONU y del Gobierno de Nicolás Maduro, aunque invitó a los organismos multilaterales a reflexionar por la "tardanza" en sus acciones para atender la emergencia sobre Venezuela.

"Debe llevar a la reflexión de los organismos multilaterales, debe llevar a la reflexión de los organismos ocupados de la materia. Usted no genera de un día a otro, siete millones de ciudadanos en riesgo de muerte", dijo a periodistas al recordar que el Parlamento declaró una "emergencia" por "crisis humanitaria" hace dos años.

El líder opositor, que es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, se refirió así al hecho de que el secretario general de la ONU, António Guterres, indicó que "según últimas estimaciones", siete millones de personas en Venezuela "necesitan ayuda humanitaria".

"Estamos trabajando para ampliar nuestra asistencia de acuerdo con los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia", señaló Guterres en un mensaje en su cuenta de Twitter.

ENTRADA DE AYUDA HUMANITARIA

Guaidó además aseguró que el anuncio del gobernante Nicolás Maduro, quien informó el miércoles sobre un acuerdo con la Cruz Roja para la entrada de ayuda humanitaria al país, era un "logro" de la presión ciudadana.

Sin embargo, destacó: "hoy Venezuela sabe que la solución a la emergencia es el cese de la usurpación", que considera hace Maduro de la Presidencia. El parlamentario indicó que no puede calificarse como un punto de encuentro, entre la oposición y el Gobierno, el hecho de que el Ejecutivo de Maduro haya aceptado ayuda humanitaria.

"Decir que este es un punto de encuentro con un régimen que generó una crisis sin precedentes sería muy benevolente (...) no hay encuentro con un régimen dictatorial que generó una crisis humanitaria sin precedentes", apuntó.

Venezuela atraviesa una aguda crisis económica que ha ocasionado escasez de medicinas y materiales médicos, una situación que ha sido denunciada por distintos gremios de salud y la oposición venezolana, que en febrero pasado intentó hacer entrar en el país donaciones de Estados Unidos y otras naciones almacenadas en Colombia, Brasil y Curazao.

En aquel momento el presidente venezolano, Nicolás Maduro, negó la entrada de las ayudas al señalar que se trataba de un "show político" y que podía dar paso a una invasión extranjera. Maduro además ha negado en reiteradas oportunidades que en Venezuela haya una crisis humanitaria, pese a las diversas alertas que viene realizando el Parlamento sobre la situación en la nación petrolera.

Guaidó recordó que la oposición lleva dos años intentando hacer que lleguen ayudas en materia de medicinas a Venezuela, y señaló que se hubieran "salvado vidas" de haberse aceptado esta situación antes. "Esta emergencia humanitaria compleja no fue producto de un terremoto (...) no fue producto de un huracán, fue producto de un modelo, del desmontaje del Estado de derecho", añadió.

SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS

El opositor formó parte de la presentación de un plan de seguridad que ha elaborado junto a un equipo de expertos y que piensa poner en marcha en un eventual Gobierno de transición. Desde allí insistió en que la actual situación de crisis que atraviesa Venezuela, que además es considerado uno de los países más peligrosos del mundo, es producto de la corrupción y malas políticas de Estado.

"El derecho a la vida no es de importancia para este régimen (...) queda claro que no tiene importancia este régimen por el derecho a la vida", remarcó. Mientras tanto, el Gobierno de Maduro volvió a dirigir acusaciones contra Guaidó al señalar que está detrás de un supuesto plan para atacar el sistema de pagos del país caribeño.

El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, aseguró que entre las acciones contempladas por Guaidó "y sus cómplices" están la eliminación en el país de las operaciones con tarjetas de débito y crédito, locales o extranjeras, así como "ataques" a la banca electrónica; todo con ayuda del gobierno de Estados Unidos. El supuesto plan fue elaborado, siempre según la versión gubernamental, por Guaidó y varios miembros de su partido, Voluntad Popular, como el dirigente Leopoldo López, quien está preso en su casa y condenado a casi 14 años de prisión.