El 28 de febrero de 1992, los nacionalistas corsos impedían a Jean-Marie Le Pen aterrizar en Bastia. La movilización frustraba, además, la celebración del mitin del fundador del Frente Nacional en la capital corsa. Veinte años después, Marine Le Pen ha acudido este sábado en campaña para las presidenciales a Ajaccio, donde la actual líder del partido de extrema derecha no se ha librado del sabotaje de los militantes independentistas.

Varios miembros del movimiento Ghjuventù Indipendentista,formado principalmente por jóvenes de la Universidad de Corté, se colaban en la sala para terminar siendo expulsados a base de cargas de los servicios de seguridad. A las puertas del Palacio de Congresos, evacuado tras el incidente, otros muchos, militantes independentistas y antifascistas, se manifestaban contra la presencia de Le Pen en la isla.

Finalmente, Le Pen reivindicaba sus 144 propuestas para Córcega frente a su público, unas 440 personas, en una sala anexa. “Sois corsos, pero también sois franceses, sed ambas cosas al mismo tiempo”, lanzaba la candidata a las elecciones presidenciales. Y es que,a dos semanas de la primera vuelta de los comicios, el FN trata de convencer al electorado corso, unos 220.000 electores, de apoyar su candidatura. Según un sondeo realizado por Paroles de Corse-Opinion of Corsica, el 29% de los electores de la isla podrían votar por el FN, situando a Le Pen por delante del candidato de Los Republicanos, François Fillon.

TENDENCIA A LA DERECHA

Sin embargo, si bien el electorado corso es conocido por su tendencia hacia la derecha, también es cierto que la corriente independentista está muy presente. En este contexto, la candidata del FN ha adaptado su discurso optando por el regionalismo y ha dejado de lado su perorata soberanista. “Evidentemente me preocupo por vuestra bella lengua corsa”, aseguraba Le Pen, aprovechando para embestir contra una Unión Europea que a su parecer “no defiende las lenguas arraigadas, sino las lenguas minoritarias, es decir, el árabe y no el corso”.

Así, la líder de extrema derecha hacía gala de sus ideales anti-inmigración, denunciando “los guetos” fruto de una inmigración que en la isla “es más importante que en otros lugares.” Le Pen recordaba así las tensiones comunitarias que tuvieron lugar en Córcega a finales de 2015, o los enfrentamientos del pasado mes de agosto en una playa de la región de Cisco. Una estrategia que podría seducir a ciertos votantes para apoyar su candidatura al Palacio del Elíseo.