El Estado Islámico (EI) no solo ha perdido terreno en el denominado califato. La presión de la comunidad internacional también empieza a hacer mella en otro territorio que hasta ahora habían dominado con cierto éxito como es el de internet. Una vasta macrooperación policial simultánea, coordinada esta semana por el centro europeo contra el terrorismo de Europol y en la que han participado ocho países, ha conseguido poner patas arriba su maquinaria de propaganda y la agencia de noticias Amaq.

En la operación, de la que informaron ayer Europol y la fiscalía federal belga, han participado Bélgica, Bulgaria, Canadá, Francia, Holanda, Rumanía, Reino Unido y Estados Unidos. La primera vez que la agencia policial europea informó a los gobiernos de la UE de la existencia de la infraestructura en línea y del auge de Amaq fue a finales de 2015, poco después de los atentados de Paris. Comenzó entonces una batalla en la red que ha tenido varios momentos importantes.

El primero, en agosto del 2016, cuando Europol lanzó la primera gran intervención contra las aplicaciones móviles y la infraestructura web de Amaq. En junio del 2017 lanzaron el segundo ataque, que permitió a la Guardia Civil española incautarse de servidores.

Esta semana ha llegado el tercer gran golpe con la incautación de pruebas digitales en Bulgaria, Francia y Rumanía así como el desmantelamiento de servidores del EI en Holanda, Canadá y EEUU que han permitido poner fuera de juego a medios de comunicación utilizados en la propaganda yihadista.