Chile vivió una jornada particularmente especial, ya que sus ciudadanos recordaron el golpe militar en contra del gobierno de Salvador Allende, perpetrado hace 45 años por Augusto Pinochet y que dio paso a unas de las dictaduras más crueles y que se caracterizó por reprimir, desaparecer y asesinar a cualquiera que fuera considerado como un peligro para el régimen.

De esa manera, miles de velas fueron encendidas esta noche por un número similar de personas en los alrededores del Estadio Nacional, el primer centro de detención tras el golpe militar de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.

La emoción embargaba a los presentes a los 45 años del más cruento golpe de Estado, que derrocó al presidente Salvador Allende (1970-1973), día que también fue bombardeado el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, por aviones de la Fuerza Aérea de Chile.

En el recinto deportivo, los parientes y otros supervivientes de la dictadura depositaron ofrendas florales e interpretaron piezas musicales en el lugar, que reza en su galería norte que "Un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro", en homenaje a los muertos.

Varios de ellos explicaron que las 63 hectáreas de superficie que posee el Estadio Nacional fueron utilizados en su totalidad para torturar, asesinar y hacer desaparecer a miles de sus compatriotas. Por el recinto transitaron más de 20.000 opositores.

Durante la dictadura de Pinochet, según datos oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.

LOS RELATOS DE TERROR

Dos de las víctimas que sufrieron en carne propia los horrores de una dictadura que se extendió 17 años en el país sudamericano, sirvieron de guía y relataron a las personas que llegaron al lugar lo que había ocurrido en ese estadio, que fue visitado en varias oportunidades por la Cruz Roja Internacional.

El 22 de septiembre, en una primera visita al lugar, la entidad consignó que había unos 7.000 detenidos entre hombres y mujeres, de los que alrededor de 300 eran extranjeros de más de 38 nacionalidades.

Los hechos ocurridos hace 45 años son recordados permanentemente en el Estadio Nacional por un conjunto de tablones de madera vieja y gastada, correspondientes a un sector cerrado de las gradas, que se conserva igual desde 1973 y fue inaugurado en 2003 como un espacio de reflexión.

Durante su encierro en el lugar, los detenidos eran obligados a pintar todas las gradas, murallas y suelos del recinto. Se tiene evidencia de la práctica de torturas y malos tratos a los detenidos en el recinto de la enfermería que en algunas oportunidades se utilizó para esos fines.

EL HOMBRE ENCAPUCHADO

Las personas pasaban la mayor parte del día sentadas en las gradas del Estadio, por donde se paseaba una persona encapuchada reconociendo a militantes de izquierda que eran separados del resto de los detenidos.

Años más tarde se logró establecer que el exmilitante del Partido Socialista, Juan Muñoz Alarcón, era "el encapuchado del Estadio Nacional", quien colaboró con los servicios de seguridad del régimen militar a los que abandonó en 1977, fecha en la que acudió a un organismo de derechos humanos a dar su testimonio.

El cuerpo sin vida de Juan Muñoz Alarcón fue encontrado en un barrio de Santiago de Chile con múltiples heridas de arma blanca el 24 de octubre de ese mismo año.

Con la información obtenida mediante testimonios de supervivientes y agentes confesos se logró establecer que muchas ejecuciones se perpetraron en el Estadio Nacional, así como de varios casos de personas que fueron sacadas para darles muerte, como sucedió por ejemplo con los ciudadanos estadounidenses Charles Horman Lazar y Frank Teruggi Bombatch.

DISTURBIOS EN SANTIAGO

Pero al finalizar la jornada, se presentaron algunos disturbios en la zona sur y norte de Santiago, donde los manifestantes colocaron barricadas, prendieron fogatas y atacaron a microbuses de transporte colectivo; así como cortes de energía eléctrica en varios sectores estratégicos de la capital chilena. Según la Policía los microbuses se están retirando de sus recorridos y mucha gente se ha visto obligada a caminar hasta sus casas de regreso de sus trabajos.

En Villa Francia, donde tuvieron lugar escenas muy combativas durante la dictadura militar, los vecinos han llamado a las radios para denunciar que los Carabineros tienen prácticamente "ahogados" a sus habitantes con los gases lacrimógenos. La Policía denunció que algunos de los manifestantes intentaron derribar en ese sector un dron que la institución tenía sobrevolando la zona.

También se reportan barricadas en Santa Rosa, Villa Padre Hurtado, comunas de Cerro Navia, La Cisterna, Lo Espejo, Maipú, Recoleta y San Bernardo, donde en varios sectores no hay energía debido a que jóvenes lanzan cadenas al tendido eléctrico cortando la luz.

Fuerzas especiales de la policía se enfrentó a los manifestantes apoyadas por carros 'lanzagases' y carros 'lanzagua', para intentar dispersarlos en varios lugares de la ciudad, de 7,2 millones de habitantes. Según medios de comunicación, se detuvo a por lo menos tres personas que fueron sorprendidas generando desórdenes y se hubo disparos en varias zonas aledañas de la capital chilena.