La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ordenó a las aerolíneas chinas que suspendan el uso del Boeing 737 MAX 8 tras el accidente aéreo de Ethiopian Airlines, que operaba un aparato del mismo modelo adquirido en 2018, y que causó 157 muertos poco después de despegar de Adís Abeba.

En un comunicado, la institución china comunicó esta medida que ya entró en vigor "hasta que se reciba más información", alegando motivos de seguridad después de que se hayan producido dos accidentes "con ciertas similitudes" en la fase de despegue de aparatos Boeing 737 MAX 8 "recién entregados" en los últimos meses.

En octubre de 2018 otro avión del mismo modelo que operaba la compañía Lion Air, se estrelló en Indonesia 12 minutos después de despegar por fallos en el sistema automático, según una de las cajas negras. En el accidente perdieron la vida 189 personas.

"La Autoridad de Aviación Civil se pondrá en contacto con la Administración Federal de Aviación de los EEUU y la compañía Boeing, para notificar la reanudación de las operaciones comerciales con este aparato después de que se comprueben las medidas pertinentes para garantizar la seguridad", señaló la CAAC.

CIUDADANOS CHINOS ENTRE LAS VÍCTIMAS

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó que entre los 157 muertos en el accidente de ayer figuran ocho ciudadanos chinos, uno de ellos natural de Hong Kong. "Extendemos nuestras más profundas condolencias a las víctimas y nuestro más sentido pésame a las familias en duelo", afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lu Kang, en un comunicado.

Tras el accidente, la embajada china en Etiopía contactó con el Gobierno local y la compañía aérea para seguir de cerca la investigación, y hará "todo lo posible para ayudar a las familias de las víctimas a lidiar con las consecuencias", precisó Lu.

El accidente del aparato se produjo pocos minutos después de despegar del aeropuerto internacional de Adís Abeba con destino a Nairobi. A los seis minutos de vuelo, el pilotó informó de "dificultades" y solicitó regresar al aeropuerto etíope, consiguiendo permiso para ello, pero el avión se estrelló a unos 42 kilómetros al sudeste de Adís Abeba, causando la muerte a todos sus ocupantes.