El Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés) ha publicado este miércoles su informe anual sobre gasto militar mundial. Los datos recogidos por el SIPRI colocan en 1,7 billones de dólares el gasto militar global del 2017, lo cual supone un incremento del 1,1% respecto a las cifras del año anterior.

El aumento, según detalla el estudio del SIPRI, se explica, especialmente, a partir del crecimiento de países de Asia y Oriente Medio como China, India o Arabia Saudí, con el grueso del gasto militar mundial alejándose cada vez más de la región euroatlántica.

Crecimiento mundial

China es el país que más ha aumentado su gasto militar en el último año: unos 12.000 millones de dólares más que el periodo anterior, que han supuesto un gasto total de 228.000 millones de dólares en el 2017. "Las tensiones entre China y los países vecinos son el factor que continua marcando el crecimiento del gasto militar en Asia", ha explicado el investigador del SIPRI Siemon Wezeman.

En Oriente Medio, es Arabia Saudí es el país en el que más ha aumentado el gasto en armamento militar, con un total de 69.400 millones de dólares, convirtiéndose en el tercer país con más gasto militar en todo el mundo. El ránking, no obstante, lo sigue liderando Estados Unidos, que mantiene la hegemonía mundial con 610.000 millones de dólares.

Con 66.300 millones de dólares, el gasto militar ruso cae en un 20% respecto al año anterior, mientras que Europa Central y Occidental presentan un crecimiento del 12 y el 1,7% respectivamente. Un aumento, según el SIPRI, motivado por la percepción de Rusia como una amenaza creciente.

El caso español

En España, el gasto militar "real" ha aumentado en un 6,8% en el 2018, pasando de 18.997 millones de euros en el 2017 a los 20.194, según ha explicado Jordi Calvo, director del Centro Delàs de Estudios por la Paz.

Calvo ha presentado los datos en el marco de una campaña internacional para reducir el gasto militar mundial impulsada por el International Peace Bureau (IPB) en la que participan más de 100 entidades de 35 países distintos y que concluía este miércoles con la publicación del informe del SIPRI.

Los datos expresados por Calvo, que aún son provisionales, "incorporan todo lo que esconde" el presupuesto del Ministerio de Defensa, ya que tienen en cuenta factores como el gasto en operaciones militares en el exterior, que se recogen en los fondos de contingencia, los créditos de I+D del Ministerio de Industria a empresas productoras de armas y las pensiones de guerra, que se incluyen en la partida de los servicios sociales.

"La guerra es un negocio"

Para Pere Brunet, miembro del equipo que ha coordinado la campaña en España, la explicación de este aumento en el gasto militar es clara: "La guerra es un gran negocio. Hay mucha gente que se enriquece con este gasto militar, como la banca o los negocios de privatización de la guerra". Brunet ha subrayado la importancia de llevar estos datos a la sociedad civil y hacer entender que no es cierto que "a más gasto militar haya más seguridad".

En la misma línea se ha expresado Jordi Armadans, director de Fundipau, quien ha señalado que a pesar de llevar 20 años de crecimiento del gasto militar "se han duplicado los conflictos armados, los desplazados y los refugiados".

Al acto en el que se han presentado los datos del SIPRI y se ha clausurado la campaña del IPB ha acudido también el exdirigente de la CUP, David Fernàndez, quien ha reivindicado hacer una objeción fiscal al gasto militar en la Declaración de la Renta como acto de protesta por estas cifras: "Ni en nuestro nombre ni con nuestro dinero: el único futuro posible es el desmilitarizado".