Las fuezas israelís han abierto fuego contra manifestantes palestinos, matando a tres de ellos e hiriendo a otros 40, en una nueva jornada de protestas en la frontera de Gaza, en la que miles de personas reivindican el derecho al retorno de los refugiados, informa el Ministerio de Sanidad palestino. Cinco de los heridos se encuentran graves, con heridas en la cabeza y zonas superiores del cuerpo. Decenas han sido atendidos en puestos de emergencia situados cerca de las protestas.

Se trata de la segunda jornada que cae en viernes de la denominada Gran Marcha del Retorno, organizada en la Franja por todas las facciones palestinas, que han llamado a miles de habitantes de Gaza a acudir a las fronteras desde el pasado viernes. En una semana, 22 palestinos han muerto en enfrentamientos en la frontera y en distintos incidentes violentos.

Cientos de palestinos comenzaron hoy a quemar neumáticos cerca de la divisoria para dificultar la visibilidad de las tropas israelís apostadas al otro lado, que no permiten que los manifestantes se aproximen a la valla limítrofe. Al otro lado, el Ejército israelí cerró las áreas adyacentes a varios puntos de Gaza por seguridad.

El grupo islamista Hamás insistió en el carácter pacífico de la protesta, aunque advirtió de que podría derivar en violencia.

Campamentos de protesta

"Hoy mandamos un mensaje de que nuestra lucha es sin armas y esperaremos a ver si el mundo recibe el mensaje y presiona a Israel para que pare sus crímenes", informó el veterano miembro islamista Mahmud al Zahar ante la prensa en el este de Gaza capital, donde se ha levantado uno de los cinco campamentos de protesta.

"Si el mundo no lo hace, entonces nos veremos obligados a usar las armas", añadió el dirigente, antes de asegurar que las movilizaciones actuales son "una de varias etapas" y que las armas de las que disponen "pueden ser activadas en el momento adecuado".