Las fuerzas gubernamentales sirias están cerca de romper el sitio a la ciudad de Deir Ezzor, en el noroeste del país, dominada por el Estado Islámico desde hace tres años. Los yihadistas están oponiendo resistencia para frenar el mayor avance de sus enemigos en esa localidad en los últimos dos años. Deir Ezzor es uno de los últimos feudos del EI en Siria, después de que la organización radical haya perdido parte de sus dominios en su feudo de Al Raqa.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que se registran "violentos combates" entre las tropas del Ejército sirio y sus aliados, por un lado, y los miembros del EI, por otro, en las cercanías de Deir Ezzor y el desierto al oeste, donde están presionando las fuerzas de Damasco.

El miércoles, las fuerzas gubernamentales consiguieron romper el cerco impuesto por el EI en la base de la Brigada 137 del Ejército, ubicada en las afueras de Deir Ezzor, y abrir un corredor para comunicarse con sus compañeros asediados, pero hasta el jueves no han podido asegurar al cien por cien el pasillo. Garantizar la seguridad del corredor es fundamental para para poder acceder con ayuda humanitaria tanto a la citada base como a la principal área sitiada.

PETICIÓN DE NEGOCIACIÓN

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, ha declarado el jueves en Ginebra que "Deir Ezzor puede ser liberada en unas horas" y ha pedido que, después de ello, se inicien negociaciones entre el Gobierno y la oposición siria.

El presidente sirio, Bashar el Asad, ha felicitado al Éjército por haber roto el sitio impuesto por los yihadistas. En el mismo sentido se ha congratulado el presidente ruso, Vladimir Putin, que ha saludado "una victoria estratégica muy importante". "Se trata del inicio de una etapa muy importante hacia la liberación del territorio sirio del terrorismo", ha abundado el portavoz del Kremlon, Dmitri Peskov.