El pasado mes de diciembre, el diputado de la Francia Insumisa François Ruffin quiso provocar al Gobierno en la tribuna del Palacio Bourbon, sede de la Asamblea Nacional francesa. Mientras hacía uso de la palabra se quitó el jersey para lucir una camiseta con los colores del Olympique Eaucourt, un pequeño club de fútbol local, y un eslogan en defensa del deporte amateur.

El gesto le valió una llamada al orden, una sanción de 1.378 euros y abrió la puerta a una normativa que la Mesa de la Asamblea aprobó este miércoles para evitar que sus señorías entren en el hemiciclo con atuendos reivindicativos. El nuevo reglamento exige a los diputados vestir de manera neutra y les prohíbe mostrar signos religiosos, uniformes, logotipos, mensajes comerciales o eslóganes de tipo político.

El órgano colegiado de la Cámara baja francesa no recupera la antigua obligación que tenían los parlamentarios masculinos de llevar corbata pero, a partir de ahora, no podrán agitar pancartas, objetos o instrumentos varios para apoyar sus palabras. También estará proscrita la indumentaria que defienda a una corporación o defienda opciones religiosas, deportivas o profesionales.