Si la propuesta de May sale adelante, la salida se produciría de forma ordenada en la fecha pactada: el 31 de octubre. Y si el acuerdo es rechazado, se abren varias posibilidades. El Reino Unido podría salir sin acuerdo de la UE. También sería posible que los Comunes se decantaran por votar una salida a las bravas, aunque hasta ahora se han manifestado en contra. El Ejecutivo también podría elegir negociar de nuevo un nuevo acuerdo de retirada.

La posibilidad que siempre ha estado en el aire es la de celebrar otro referéndum, que podría ser como el celebrado en el 2016: consultivo y legalmente no vinculante. Pero algunos diputados desean que sea vinculante.

Una opción que se baraja sería someter a los británicos la pregunta de si aceptan el acuerdo sellado con la UE o si prefieren permanecer en la Unión. Pero algunos diputados reclaman que se pueda preguntar también sobre una salida sin acuerdo. Para proceder a un adelanto electoral en el Reino Unido, se necesita que lo apoyen dos tercios de los diputados y los comicios no podrían ser antes de 25 días, pero sí más tarde. La moción de censura es otra posibilidad. Si la oposición la presenta y el Gobierno la pierde la moción, hay 14 días de plazo para que el Ejecutivo o un Gobierno alternativo logre la confianza de la Cámara. Si no lo logra, se convocan elecciones generales. El Tribunal Europeo de Justicia dictaminó que el Gobierno británico puede decidir en solitario revocar el artículo 50 de la UE que puso en marcha el brexit. Pero esto no parece probable sin referéndum o cambio de Gobierno.