Tres tanques con 80.000 litros de diluyente que pertenecen a la estatal PDVSA explotaron en la Faja Petrolífera del Orinoco y el ministro del ramo, Manuel Quevedo, acusó al senador republicano Marco Rubio y a Juan Guaidó de haber estado detrás del acto terrorista. El diputado José Brito ha asegurado, sin embarg,o que la explosión obedeció a la falta de mantenimiento de las bombas contra incendios, las cuales, dijo, están dañadas hace dos años. Además, no había espuma especial para controlar el fuego y, para colmo, en las narices de la Guardia Nacional Bolivariana se robaron hasta la batería del camión de los bomberos.

Más allá de las acusaciones cruzadas, el Gobierno madurista volvió a poner en escena su mayor imposibilidad política: arremete en público contra el legislador que Estados Unidos y otros 50 países reconocieron como presidente encargado pero no se atreve a ir más allá del señalamiento. El fiscal general Tarek William Saab le ha abierto una investigación como presunto instigador del corte de luz pero no ha podido ir más allá de una inculpación formal. Eso ya había sucedido cuando le prohibió a Guaidó salir del país. La orden fue burlada burló al punto de retornar a Venezuela por avión y salir victorioso del aeropuerto Simón Bolívar. Diosdado Cabello, el segundo hombre del madurismo, pidió horas atrás sancionar a la aerolínea Copa Airlines por haber traído a Guaidó. La empresa panameña es una de las pocas que mantienen todavía su ruta con ese país.

En este contexto, el ministro para Comunicación Jorge Rodríguez informó que la luz llega otra vez a toda Venezuela y el agua volvió al 70% de Caracas y alrededores. Los primeros que recibieron el servicio fueron los hospitales públicos y privados. La vida se normaliza hasta un cierto punto. Los comercios abrieron con precios exorbitantes. En los dos primeros meses, la inflación llegó al 345%, según estimaciones opositoras.

Mientras el Gobierno defiende a capa y espada la hipótesis de un atentado contra la represa que provee energía a gran parte del país, la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela (UCV) aseguró que el apagón de casi 100 horas se produjo por una falla del sistema de transmisión que causó la salida de toda la generación hidroeléctrica y la incapacidad de las termoeléctricas para mantener operativo parte del sistema eléctrico nacional.

Las explicaciones oficiales están lejos de satisfacer a la propia tropa. Tres diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) del estado de Zulia, en el oeste del país, pidieron la destitución del ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez. Lo tacharon de incapacidad gerencial. Zulia, y en especial la ciudad de Maracaibo, han sido escenario de una ola de saqueos durante los apagones. Su alcalde, Willy Casanova, señaló también a Guiadó como responsable de los hechos que arrojaron pérdidas millonarias. El líder opositor sostuvo por su parte que en Zulia se rompió la cadena de mando y sus habitantes quedaron a merced del caos.