Josep Borrell (La Pobla de Segur, 1947) será el responsable de la diplomacia europea 12 años después de dejar la presidencia del Parlamento Europeo. El nuevo mister PESC (alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad) se ha pasado el último año como ministro intentando combatir el relato independentista, algo que le ha provocado algunos encontronazos diplomáticos, como cuando reprendió al ministro de Defensa belga por apoyar la huelga de hambre de los presos independentistas. Pero no solo ha tenido conflictos por el frente catalán.

El Ministerio de Exteriores ruso convocó hace un mes al embajador español para protestar por unas declaraciones de Borrell en las que tildaba a Rusia de «viejo enemigo» y «amenaza». Otras palabras suyas también provocaron malestar en suelo norteamericano. «Estados Unidos tiene muy poca historia detrás. Nacieron a la independencia prácticamente sin historia; lo único que habían hecho era matar a cuatro indios», señaló en un acto en el que comparó la historia de EEUU con la de Europa para evidenciar las dificultades de la integración europea. Al día siguiente matizó sus consideraciones y expresó su «respeto» y «solidaridad» por la comunidad nativa de ese país.

Este ingeniero aeronáutico y doctor en Economía, que se había apartado de la vida política, volvió a la primera línea en el 2017, una semana después del referéndum del 1-O. Su inflamado discurso en la manifestación de Societat Civil Catalana le devolvió al ruedo. Viendo el eco de sus palabras, el PSC echaría mano de él en la campaña de las catalanas un par de meses después, cuya participación quedó marcada por su llamada a «desinfectar» las «heridas» del procés antes de «coserlas».

Borrell abandonó su retiro político para disputar las primarias para ser candidato del PSOE a la Moncloa en 1998. El político leridano se acabó imponiendo en las primarias a Joaquín Almunia, aunque dimitió después de que se destapara el fraude fiscal de un estrecho colaborador suyo, que acabó condenado. Truncada su trayectoria política en España, en el 2004 el PSOE le repescó como candidato a las europeas y acabó presidiendo la Eurocámara durante tres años, elaborando la nonata Constitución Europea. Su paso a la empresa privada, en Abengoa, le acabó costando una multa de 30.000 de la Comisión Nacional del Mercados de Valores por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de la eléctrica.

Cuando salió esta resolución ya volvía a ocupar un ministerio. Pedro Sánchez confió en sus conocimientos de los resortes de la política comunitaria para que encabezara primero el Ministerio de Exteriores y la lista de las europeas después. Borrell renunció la semana pasada a su euroescaño alegando que la incertidumbre sobre la investidura desaconsejaba su renuncia porque «tal como está el mundo, la cartera de Exteriores no puede estar vacante». Finalmente dejará ahora el ministerio para ser el responsable de la política exterior y de defensa común.