El Parlamento Europeo no aceptará el registro de los ciudadanos de la Unión Europea que pretende imponer el Gobierno británico inmediatamente después del ‘brexit’. Un grupo de eurodiputados pertenecientes a varios partidos han enviado una carta a la ministra de Interior, Amber Rudd, advirtiéndole que ese registro durante el periodo transitorio sería ilegal e inaceptable. Bruselas exige que, a lo largo de esa etapa, el Reino Unido permanezca regido por las leyes de la UE en todas sus instituciones.

En su carta, los eurodiputados recuerdan a Rudd que “la normativa de libertad de movimiento deja muy claro que las tarjetas de residencia son para todo el mundo o para nadie”. También rechazan la posibilidad que baraja el Gobierno británico de negar la petición de residencia a los ciudadanos de la UE con antecedentes penales o desempleados.

El Parlamento Europeo tendrá el poder de vetar cualquier acuerdo entre el Reino Unido y la UE y eso incluye las disposiciones sobre el periodo transitorio. El Ministerio del Interior británico ha anunciado el reclutamiento de 1.200 empleados para el próximo mes de abril a fin de facilitar el proceso de registro de los ciudadanos de la UE.

Riesgo para empleo e inversiones

Las negociaciones sobre el ‘brexit’ apenas avanzan para desesperación de los líderes económicos, que temen una ruptura sin acuerdo. Una vez más la patronal británica instó el lunes al Gobierno a cerrar un acuerdo de transición tras el ‘brexit’ antes de que concluya el presente año. “Necesitamos establecer los términos de un acuerdo transitorio lo antes posible, ya que, sin ese acuerdo urgente, muchas empresas deben adoptar importantes medidas de inversión y contingencia a principios del 2018”, señala la carta de los cinco principales grupos de líderes empresariales dirigida al ministro para el ‘brexit’, David Davis.

“No conseguir un acuerdo transitorio de al menos dos años puede tener un alto impacto y consecuencias negativas en inversiones y comercio”, advierten los firmantes, entre los que se encuentran la Patronal de Empresarios británica (CBI), la Cámara de Comercio británica, el organismo comercial EEF, el Instituto de directores y la Federación de Pequeños Empresarios. También recuerdan al Gobierno que “los detalles de cualquier acuerdo de transición importan. La relación económica entre el Reino Unido y la Unión Europea debe, durante este periodo de duración limitada, igualar lo más posible el status quo”.

La falta de claridad y las posibles complicaciones administrativas en los intercambios con el continente tras el ‘brexit’ inquietan. “Es vital que las empresas solo tengan que acometer un ajuste como resultado de la retirada del Reino Unido, y no dos. Los negocios, el Gobierno británico y las autoridades comunitarias deben disponer del tiempo suficiente para acometer los cambios necesarios e implementar el ‘brexit’ con éxito”, insisten los empresarios en su misiva.

Callejón sin salida

En la Cámara de los Comunes Theresa May informó a los diputados sobre su último encuentro la pasada semana en Bruselas con los líderes comunitarios, tratando de dar la impresión de que se están haciendo progresos. Pero el jefe de los laboristas, Jeremy Corbyn, le respondió: “Estamos claramente estancados en un callejón sin salida”.

Los Veintisiete se han dicho dispuestos a iniciar las discusiones preliminares entre ellos sobre la futura relación con el Reino Unido, pero continúan exigiendo a Londres que antes de hablar de comercio y transición acceda a pagar la “factura de divorcio”, sobre cuyo monto persisten grandes discrepancias.