El Estado Islámico ha volado con explosivos la gran mezquita Al-Nuri, de Mosul, lugar desde donde el líder del grupo yihadista, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el "califato" el 29 de junio de 2014. La acción de las fuerzas del EI se ha producido en plena ofensiva de las fuerzas de la coalición -formada principalmente por fuerzas kurdas, chiís y tribus árabes sunís- apoyadas por aviones de combate liderados por Estados Unidos, en lo que se entiende como la fase final de la batalla para recuperar toda la ciudad.

Los yihadistas, que han acusado a los aviones estadounidenses de haber bombardeado y destruido la histórica mezquita, intentan mantener bajo su control los barrios del oeste de la ciudad, donde según la ONU mantiene retenidas a más de 100.000 personas que utiliza como escudos humanos. En enero del 2017, la coalición expulsó a las fuerzas del EI del este de la ciudad, la segunda más grande de Irak y que cayó en manos de los extremistas en el 2014.

El jefe de seguridad de la provincia de Nínive -cuya capital es Mosul-, Mohamed al Bayati, ha dicho a Efe que las defensas del EI "han colapsado" durante los combates en el cuarto día de la fase final de la ofensiva. "Probablemente, los combates se terminarán en menos de una semana, a pesar de su complejidad y la ferocidad". Los principales "obstáculos" para la liberación son, según Al Bayati, "las minas en los callejones, las carreteras cerradas por el EI y la afluencia de civiles".

CONTROL DE LOS CENTROS MÉDICOS

Respecto a los yihadistas, Al Bayati arguyó que el EI está ahora matando a sus miembros heridos, pues no son capaces de presentarles tratamiento médico por falta de recursos sanitarios, dado que las fuerzas iraquíes han tomado el control de la mayoría de los centros médicos. Asimismo, dijo que han convertido los centros de comunicación en mezquitas improvisadas, ya que tienen "miedo" a ser objetivos de bombardeos aéreos.

Los sótanos de los edificios del casco antiguo se encuentran, añadió Al Bayati, "repletos de cadáveres", y contó que los yihadistas han obligado a sus acólitos a que no se afeiten porque hay muchos que lo hacen para escaparse.

Los extremistas están acorralados por las fuerzas iraquíes en las últimas calles que ocupan en el que fue su principal feudo en Irak, después de que el pasado lunes se anunciase la fase final de la ofensiva.