La Agencia Europea del Medicamento se instalará a partir del 29 de marzo de 2019 -cuando el Reino Unido salga de la UE- en Amsterdam gracias en parte a los votos de España, que dio este lunes su apoyo a la candidatura holandesa y no a la italiana de Milán, en respuesta al pacto político cerrado con Holanda. Un acuerdo que, según fuentes del Gobierno, se intentó tejer también con Italia pero que el Ejecutivo de Paolo Gentiloni rechazó por considerar a la candidatura catalana como competencia.

“Se lo ofrecimos a Italia pero no quisieron porque nos veían como competencia”, ha explicado este martes un alto cargo del Ejecutivo español. “Holanda sí (aceptó) y cumplimos”, han añadido las mismas fuentes sobre el sentido del voto español en el Consejo de Asuntos Generales de este lunes. La estrategia de búsqueda de aliados, sin embargo, no funcionó con Barcelona ya que solo cosechó 13 votos, insuficientes para pasar a la segunda ronda.

Sí tuvieron éxito Milán, Amsterdam y Copenhague. La danesa terminó sucumbiendo y no llegó al partido final que terminaron disputando Italia y Holanda. España mantuvo su palabra y apoyó a Amsterdam. Aún así, los dos finalistas terminaron en tablas a 13 votos. Eslovaquia, cuya capital Bratislava tampoco pasó el primer corte aunque quedó por delante de Barcelona, fue el único Estado miembro que se abstuvo, enfadado por la falta de candidatos de los países del este y por el desequilibrio geográfico que persiste en el reparto de sedes.

De ahí que la decisión se tuvo que tomar por sorteo, el método previsto en el procedimiento en caso de terminar en empate. Una situación que ha terminado enfureciendo a Italia, que se veía ganadora al inicio. “Dejar la decisión en manos de un sorteo es una locura y demuestra cómo esta Europa es incapaz de gestionar estos fenómenos”, ha arremetido el presidente de la región italiana de Lombardía y dirigente de la Liga Norte, Roberto Maroni. “La decisión fue adoptada por los 27 ministros según un sistema que adoptaron por unanimidad. No puedo decir gran cosa de la votación”, se ha limitado a señalar el portavoz de la Comisión Europea.

Amenazas de la Liga Norte

El resultado ha caído especialmente mal en la región lombarda. “Esto querrá decir que apoyaremos con más fuerza a Catalunya en su petición de autonomía e independencia”, ha dicho Maroni. Y también en el Gobierno de Gentiloni, que ha dicho sentirse “burlado” no solo por el sistema sino por lo que consideran una traición de socios como España. El mismo sentimiento de frustración que tiene el Gobierno danés, enfadado a su vez con el desaire de su vecina Suecia. “Suecia ha traicionado la cooperación nórdica al votar por Milán”, se quejaba este lunes el ministro de Exteriores danés, Anders Samuelsen.

España, en cambio, tiene su particular enemigo en casa: el independentismo catalán al que ha vuelto a dirigir todas sus críticas. “No tengo ninguna duda de que la actitud secesionista, la vulneración del orden constitucional, y el que medio gobierno cesado haya huido de la acción de la justicia ha repercutido muy negativamente en la decisión… Son cosas que cuentan”, ha advertido el portavoz y ministro Iñigo Méndez de Vigo.