Los siete países del sur de la Unión Europea reunidos este lunes en Madrid consideran que el ataque lanzado por EEUU el pasado viernes contra la base de Shayrat, en Siria, tuvo la "intención comprensible de impedir y evitar la distribución y el uso de armas químicas y se centró en ese objetivo".

Mariano Rajoy y los jefes de Gobierno o de Estado de Portugal, Francia, Italia, Malta, Grecia y Chipre han celebrado un almuerzo de trabajo en el Palacio del Pardo de Madrid tras el cual han hecho pública una declaración institucional de seis páginas en la que dedican uno de los párrafos a la guerra siria. "El uso reiterado de armas químicas en Siria, tanto por parte del régimen de El Assad desde 2013 como por parte del Daesh, constituyen crímenes de guerra", afirman. Los siete dirigentes reiteran que todos los autores identificados deben rendir cuentas por esta violación del derecho internacional y han de ser sancionados en el marco de las Naciones Unidas.

También subrayan que creen que "solamente una solución política creíble", mediante las conversaciones que se llevan a cabo en Ginebra, podrá garantizar la paz y la estabilidad en Siria y permitirá "la derrota decisiva del Daesh y otros grupos terroristas".