El escritor turco Dogan Akhali, detenido en España a petición del Gobierno turco, que le considera un enemigo del estado y partícipe de actividades terroristas, ha mostrado ante los medios su "enfado" con el Ejecutivo español por lo que considera "una actuación penosa". El intelectual se ha mostrado "sorprendido" de que España, "un país que históricamente debería saber lo que es el fascismo", permita su extradición a Turquía, "un país que va hacia el fascismo".

Invitado al Congreso de los Diputados por el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, Akhali ha mostrado ante los medios su incredulidad por la situación que vive actualmente. Tras pasar dos días en el calabozo en Granada, al que, según ha explicado, le trasladaron esposado, un juez dictó su libertad provisional a la espera de que se resuelva la petición de extradición por parte de Turquía. Mientras, el escritor no puede salir de territorio español.

TRATO JUDICIAL

Akhali asegura que, en un principio, entendió la actitud de España, por su acuerdo con la Interpol, en cuya lista se encuentra el escritor. Sin embargo, su enfado con las autoridades españolas comenzó cuando descubrió que el trato judicial que se le estaba dando "no era el más adecuado". "Tengo pasaporte alemán, soy parte de la UE y pensé que tenía los mismos derechos que un ciudadano español", ha declarado.

Sobre la actitud del Gobierno español, el escritor ha explicado que está haciendo caso a "una obra de teatro jurídica que se hizo en Turquía" en 2013, cuando se revisó un juicio de 2010 en el que se declaró inocente al escritor y, tras el cual, éste regresó a Alemania, en donde reside desde finales de 1991.

El cambio de esta sentencia es la que provocó que, en 2013, su nombre volviera a figurar en la lista de la Interpol. Akhali recuerda que en esta lista también se encuentran otros 60.0000 disidentes políticos de su país. "¿Qué van a hacer con los 60.000 exiliados turcos desde 1980 reclamados por Turquía? ¿Los van a deportar a todos?", se ha preguntado el intelectual.

POSICIÓN COMÚN

A su juicio, la UE debe posicionarse en esta materia y acordar una posición común ante la dictadura de Erdogan. El escritor detenido no comprende cómo ha podido viajar libremente a países de Europa como Holando o Italia e incluso al norte de Turquía, donde estuvo en 2015, y en España se le arreste.

En este sentido, el líder de IU ha asegurado que desconoce la causa última de este suceso, así como de la detención de otro escritor turco-sueco en Barcelona, Hamza Yalcin, que sigue en prisión. Sin embargo, ha recordado el pacto entre los dos países en materia de refugiados, un "contrato" que, según Garzón, demuestra que en estas detenciones no hay un problema judicial, sino político.

En este sentido, ha mostrado todo su apoyo a ambos intelectuales y la "situación vergonzosa" que están viviendo y ha pedido al Ejecutivo deje atrás su "inacción" y la defensa al Gobierno de Erdogán.