El partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del presidente de Turquía, Recep Tayyib Erdogan, perdió ayer la alcaldía de Estambul tras 25 años de control ininterrumpido. La derrota, lejos de ser ajustada, ha sido dolorosa para el mandatario turco y su formación: el candidato opositor, Ekrem Imamoglu, ganó por una diferencia de nueve puntos y 800.000 votos al candidato del Gobierno, Binali Yildirim, exprimer ministro, expresidente del Parlamento turco y mano derecha del presidente.

Imamoglu obtuvo el 54% de los votos frente al 45% de Yildirim. «Vemos que nuestro oponente ha quedado por delante. Doy las gracias a todos los ciudadanos de Estambul por los apoyos mostrados durante la campaña. Espero y deseo que estos resultados traigan felicidad a Estambul y espero que el ganador sirva bien a esta ciudad. La decisión de Estambul es inapelable. Felicito al señor Ekrem Imamoglu por la victoria», dijo Yildirim tras conocer los resultados.

La rueda de prensa del candidato del AKP significó un cambio significativo con respecto a las elecciones suspendidas hace un mes. Entonces, un eufórico Yildirim salió al balcón para celebrar su victoria cuando en el recuento estaba por delante por tan solo un puñado de votos.

Pero las tornas cambiaron y, al final, en una noche de infarto que acabó durando una semana entera —el 100% de los votos no acabaron de ser escrutados hasta varios días después— el candidato del partido socialdemócrata CHP acabó por delante: consiguió ganar por tan solo 14.000 votos de diferencia en una ciudad, Estambul, de más de 16 millones de habitantes.

Fue entonces cuando alegando un fraude que no ha sido demostrado y una diferencia demasiado pequeña, el AKP pidió la repetición de las elecciones a la comisión electoral. El órgano judicial, controlado por el partido de Gobierno, lo aceptó. Pero a Erdogan el tiro le ha salido por la culata. Esta vez la derrota ha sido mucho más dolorosa: Imamoglu, en tres meses, ha multiplicado la diferencia con su rival por 57: de 14.000 a 800.000. Ayer, se vigiló para que no hubiera fraude.

CAMBIO EN LA HISTORIA / Las calles de Estambul se llenaron ayer de bocinas y de gente celebrando un cambio que se antoja histórico: Erdogan ha dicho en varias ocasiones, en campaña electoral, que quien gana Estambul gana en toda Turquía. Ese fue su camino.

Ahora, muchos de los seguidores de Imamoglu le ven dentro de cuatro años compitiendo contra el todopoderoso presidente para el puesto más importante del país. La popularidad del nuevo alcalde de Estambul se asemeja a la de una estrella del rock.

«Toda la nación sabe lo que hemos vivido -ha dicho Imamoglu tras saberse el resultado-. Desde el pasado 31 de marzo hasta ahora. Todos han visto la injusticia que nos han hecho. Pero ahora empezamos una nueva página en la historia de Turquía. Y en esta nueva página habrá amor, justicia e igualdad. Acabaremos con la arrogancia y la corrupción».

«Doy las gracias a todos los habitantes de Estambul. A los que me han votado y a los que no. Habéis mostrado al mundo que Turquía aún protege a la democracia. Y habéis enseñado a otros países que van en el sentido contrario [en regresiones del estado de Derecho], que nuestro camino es el contrario. Estas elecciones no las ha ganado un solo partido. Las ha ganado toda Turquía», añadió Imamoglu, visiblemente emocionado. La participación fue del 85%, un punto por encima de las anteriores.