La fecha estaba marcada desde hacía meses y esta mañana, a las seis de la madrugada, un centenar de personas se ha reunido frente a los juzgados, en Estambul, para protestar. Iban todos cargados con las imágenes de 17 personas: los 17 periodistas del diario ‘Cumhuriyet’ a los que, a partir de hoy, se juzga por "colaborar con una organización terrorista sin ser miembro".

Según la fiscalía, se les vincula con tres organizaciones: la cofradía de Fethullah Gülen —a la que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan acusa de infiltrar personas en las instituciones y de estar detrás del intento de golpe de estado de julio de 2016—; la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y varios grupos marxistas. Para ellos pide penas de entre 8 y 43 años.

En los juzgados, llenos hasta la bandera, han estado representantes de sindicatos, partidos políticos turcos, abogados y representantes de varias organizaciones internacionales de lucha por los derechos humanos, entre ellos miembros del PEN Internacional, la Federación Internacional de Periodistas, Reporteros sin Fronteras, y el Instituto Internacional de la Prensa.

De hecho, esta última organización, con sede en Viena, considera este juicio como ilegítimo, ya que, según aseguran, la cofradía de Gülen, el PKK y los grupos marxistas turcos están enfrentados entre sí. «Y ‘Cumhuriyet’ tiene un largo historial de criticar a las tres», afirman en un comunicado.

Hay precedentes: el periodista de investigación del ‘Cumhuriyet’ Ahmet Sik pasó un año en la cárcel entre 2011 y 2012 por escribir un libro crítico con la cofradía de Gülen. En esa época, el clérigo musulmán, exiliado en Estados Unidos, era un aliado del Partido de la Justicia (AKP) de Erdogan. Este lunes, Sik, que lleva 206 días en prisión preventiva, es uno de los 17 periodistas que se sientan en el banquillo de los acusados.

De los 16 restantes, diez llevan ya 267 días encerrados preventivamente; y a los otros seis se les juzga bajo libertad condicional.

EXILIO

Más aún, el exredactor jefe del ‘Cumhuriyet’ —fundado en 1924, lo que lo convierte en el periódico más antiguo de Turquía— Can Dündar se exilió a Alemania en mayo del año pasado mientras se le juzgaba por haber publicado imágenes que mostraban el contrabando de armas a rebeldes en Siria. Dündar fue condenado por «rebelación de secretos de Estado», y fue objeto de un intento de asesinato: el ex redactor jefe de este periódico, de hecho, aunque esté viviendo en Alemania, es uno de los acusados en el juicio de este lunes.

«Entiendo perfectamente el reto de luchar contra el terrorismo y de proteger la seguridad nacional, pero esto se tiene que hacer con el máximo respeto a las libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión», ha dicho, en un comunicado emitido este lunes, el representante de la OSCE en Medios y Libertad, Harlem Désir. «Por esto pido a Turquía que levante los cargos y libere a los periodistas encarcelados por hacer su trabajo», ha afirmado Désir.