Tender puentes y acercar posiciones entre países. Aunque esas característica se le presuponen a un embajador, el estadounidense Richard 'Ric' Grenell ha necesitado poco más de un mes para ser considerado el representante menos diplomático y que más recelos ha despertado en Alemania. Considerado la mano derecha del presidente Donald Trump en Europa, este ultranacionalista de 51 años se ha situado en el ojo del huracán mediático después de que este domingo afirmase en una entrevista que intervendrá en la política nacional para “empoderar” a los partidos ultraconservadores y antiestablishment del continente.

Confesándose en el portal ultraderechista Breitbart, dirigido en su momento por el jefe de campaña de Trump Steve Bannon, Grenell dejó entrever que trabajaría para mermar la fuerza del actual gobierno alemán, encabezado por la cancillera Angela Merkel. “Creo que hay una oleada de políticas conservadoras que se están imponiendo debido a las políticas fallidas de la izquierda”, explicó.

En esa entrevista, Grenell alabó la figura del canciller austríaco Sebastian Kurz, quien gobierna en Viena de la mano de una ultraderecha plagada de vínculos neonazis. Refiriéndose a él como una “estrella de rock”, el polémico embajador aseguró que Kurz es el tipo de político que quiere “empoderar”. Para ello lo ha invitado a cenar el próximo 13 de junio. Siendo Merkel considerada parte del 'establishment' conservador moderado, sus palabras parecen implicar un apoyo a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

CABREO EN ALEMANIA

Las declaraciones del embajador, lejos del carácter diplomático que se le presupone, no han gustado nada en Alemania. Este martes el antiguo líder de los socialdemócratas (SPD), Martin Schulz, ha solicitado la expulsión inmediata de Grenell. “Lo que hace este hombre es único en la diplomacia internacional”, ha explicado.

En lugar de representar los intereses de EEUU en Alemania siendo neutral al país que le ha acogido, Grenell parece actuar como representante de un movimiento político, como un “oficial colonial de extrema derecha”. Tras la retirada estadounidense del acuerdo nuclear con Irán, el embajador ya presionó a las empresas alemanas para que terminasen “inmediatamente” sus negocios en el país.

Pero las críticas han llegado desde otros espectros políticos. La líder de la Izquierda (Die Linke), Sara Wagenknecht, ha añadido más presión a Berlín. “Si el gobierno federal se toma la soberanía democrática de nuestro país en serio, deberían expulsarle de inmediato”, ha añadido.

Este miércoles Grenell deberá dar explicaciones al Gobierno alemán en una reunión con la oficina de Asuntos Exteriores.

DESPLIEGUE 'BREITBART'

No sin relación, las incendiarias palabras de Grenell se publicaron en 'Breitbart', medio ultraconservador clave en la victoria electoral de Trump. Afianzado como referencia para el nacionalismo islamófobo de EEUU, en enero del año pasado el portal aseguró que intentaría desembarcar en Alemania y Francia para influenciar las elecciones y aupar a las formaciones de extrema derecha. Al final eso no sucedió, pero Breitbart si consiguió llegar a Londres.

Curiosamente ese apoyo indirecto de Grenell a AfD llega en un momento controvertido del partido después de que este pasado sábado su líder, Alexander Gauland, asegurase que Hitler y los nazis sólo fueron “una cagada de pájaro en los más de 1.000 años de exitosa historia alemana”.