Las fuerzas sirias continúan este martes su ofensiva sobre el importante bastión rebelde de Jan Shijún, en el sur de la provincia de Idlib, y controlan ya el 60% de sus barrios, mientras buena parte de las facciones armadas han comenzado a retirarse, informó a Efe una fuente militar.

El Ejército sirio retomó las operaciones en la madrugada de este martes y avanza ahora en los barrios occidentales de la urbe, en manos de facciones armadas desde el 2014 y que, de ocurrir, sería la localidad más importante tomada por las tropas sirias en Idlib, el último bastión opositor en el país.

Una fuente militar que pidió el anonimato confirmó a Efe que las fuerzas leales al presidente, Bashar al Asad, controlan ya el 60% de los barrios de Jan Shijún y que las facciones armadas se están retirando a la localidad de Al Tamanaa, también en el sur de la provincia.

Corte de carreteras

Además, un grupo de combatientes del Frente al Nusra, como se denominaba hasta julio del 2017 la exfilial siria de Al Qaeda, permanece asediado en un área del bastión rebelde, mientras que las tropas sirias han cortado "todas" las carreteras secundarias por las que se movían los rebeldes en Jan Shijún, de acuerdo con al fuente.

Con los últimos avances, el territorio controlado por el Ejército de Al Asad en el sur de Idlib se ha elevado a unos 300 kilómetros cuadrados, según el mando militar.

Cazas del régimen sirio y sus aliados rusos bombardearon el lunes el perímetro alrededor de un convoy turco formado por casi una treintena de vehículos, que, según Damasco, se dirigía a socorrer a los rebeldes asediados en Jan Shijún.

Cese de hostilidades suspendido

Hace dos semanas, se suspendió el cese de hostilidades que el Gobierno sirio había proclamado apenas cuatro días antes en Idlib, acusando a las facciones y a su aliado Ankara de no respetar el pacto de Sochi.

El acuerdo de Sochi, sellado por Turquía y Rusia en septiembre de 2018 y que nunca fue respetado del todo, establecía la creación de una zona desmilitarizada que abarcaba Idlib, el norte de Hama y la mediterránea Latakia, así como el oeste de Alepo, zona que debería estar bajo supervisión conjunta de turcos y rusos.