Un contingente militar integrado por 4 mil miembros del Ejército y la Marina de México, tomó control de varias refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte del operativo para evitar el robo de combustible, el cual, según el presidente de Estado, Andrés Manuel López Obrador, en gran medida se hacía con complicidad de empleados de esa empresa.

Las Fuerzas Armadas acudieron para resguardar las refinerías de Salamanca, en Guanajuato; Ciudad Madero, Tamaulipas; Minatitlán, Veracruz; Tula, Hidalgo; Salina Cruz, Oaxaca; y Cadereyta, Nuevo León, señalan los medios de ese país.

Los militares y marinos desplegados en las instalaciones de Pemex, que incluyen centros de distribución y abastecimiento, permanecerán un mes a cargo de la seguridad, según informaron fuentes castrenses a El Universal.

El pasado 27 de diciembre el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, informó que tras la llegada de la nueva administración se redujo 55.8 por ciento el robo de hidrocarburo en las instalaciones de la empresa productiva del Estado.

El funcionario detalló que hubo una reducción del robo de combustible a Pemex entre el 21 y el 25 de diciembre al pasar de 43 mil barriles diarios hurtados a 19 mil barriles.

De acuerdo con los cálculos del Gobierno mexicano, el robo de combustible el año pasado significó una pérdida para Pemex de 66.000 millones de pesos (equivalentes a más de 3.407 millones de dólares).

El plan contra el 'huachicoleo' (como se le conoce al robo de hidrocarburos) involucra a 15 dependencias federales, haciendo un énfasis en el combate a la corrupción y complicidad al interior de Pemex.