Las fuerzas iraquís han tomado el control de los pozos petrolíferos de Bai Hasan y Avana, en la región de Kirkuk. La operación forma parte de la ofensiva que ordenó ayer el primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, para "imponer la seguridad" en la región, tras la celebración del referéndum de independencia en el Kurdistán iraquí, celebrado el pasado 25 de septiembre.

Con esta actuación militar, el Gobierno de Bagdad ya ha logrado ocupar la sede del Gobierno provincial de Kirkuk y controlar todos los pozos petrolíferos de la compañía de gas estatal, North Oil Company.

Además el Ejército iraquí, en colaboración con un grupo yazidí afiliado a las milicias progubernamentales, se ha hecho hoy con la ciudad de Sinyar, al norte del país. Según fuentes militares, la ofensiva se llevó a cabo después de la retirada de las fuerzas kurdas, los Peshmergas.

CIUDAD ANCESTRAL

Sinyar, ciudad ancestral de la minoría yazidí, estaba bajo control de los Peshmergas y milicias afiliadas a la guerrilla kurda PKK desde que en noviembre de 2015 se la arrebataron al Estado Islámico.

Desde Washington, el presidente de EEUU, Donald Trump, se ha mostrado preocupado por el conflicto, ya que podría significar una amenaza en la lucha contra el Estado Islámico, pero ha aclarado que “no tomará partido”. Sin embargo, la embajada de EEUU en Bagdad ha manifestado en un comunicado su apoyo al Ejecutivo iraquí y a su “reafirmación pacífica de la autoridad federal, representada en la constitución iraquí”.