El Ejército de Irak ha lanzado una ofensiva militar para liberar del Estado Islámico (EI) las últimas zonas desérticas del país en las que la organización yihadista sigue teniendo presencia. El objetivo de la ofensiva es acabar de recuperar la región desértica del valle del Éufrates, que limita con Siria y donde el EI se ha replegado después de las últimas derrotas importantes en ambos países.

Las tropas iraquís y las milicias chiís, unificadas en las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, en sus siglas en inglés), son las encargadas de llevar a cabo esta campaña militar. El coronel iraquí Salah Karim ha informado de que la intención es “prevenir que el grupo terrorista utilice estas regiones desérticas para preparar futuros ataques”.

Victoria militar

El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha asegurado que el EI ha sido derrotado desde una perspectiva militar pero que no declarará la victoria final hasta que se haya expulsado a los combatientes yihadistas del desierto.

La semana pasada, las Fuerzas de Bagdad recuperaron el último reducto controlado por el grupo terrorista en el país, Rawa, en el valle del Éufrates. Una operación que significó la desaparición total del califato establecido por el EI en Irak desde 2014.

Campos minados y bombas

Los oficiales del Ejército han informado de que los militares que avanzan por el desierto se enfrentan a campos minados y bombas situadas en los caminos. El teniente coronel Ahmed Fairs ha asegurado que las tropas están “limpiando” los pueblos dispersos de la zona de la presencia terrorista y que, gracias al rastreo aéreo de los helicópteros, se han destruido al menos tres vehículos que pertenecían al EI.

El líder de la organización yihadista, Abubakr al Baghdadi, podría estar escondido en alguna de estas zonas desérticas del valle del Éufrates.