Un grupo de agentes fronterizos de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos contra un grupo de migrantes para disuadirlos de cruzar la frontera hacia ese país desde Tijuana, México, en las primeras horas del 1 de enero, según un testigo presencial citado por la agencia de noticias Reuters y el Gobierno norteamericano. Se pudieron observar nubes de gas alrededor de la cerca en la frontera con San Diego y uno de los migrantes habría cogido uno de los contenedores para arrojarlo de vuelta hacia territorio estadounidense, según el testigo de Reuters.

Las recientes muertes de dos niños migrantes bajo custodia de Estados Unidos han intensificado el debate sobre la política de inmigración del presidente Donald Trump, quien mantiene su demanda de que el Congreso apruebe 5.000 millones de dólares para financiar un muro a lo largo de la frontera con México.

Un incidente anterior en noviembre, cuando agentes de Estados Unidos lanzaron gas a México para dispersar a migrantes, motivaron una queja de México pidiendo una investigación.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés) de Estados Unidos dijo en un comunicado que decenas de migrantes que intentaron atravesar la cerca comenzaron a arrojarles piedras a los agentes fronterizos, por lo que desplegaron gases disuasivos y medidas mínimas para repelerlos y preservar la seguridad de los migrantes que ya estaban del lado estadounidense.

«Los agentes desplegaron humo, gas pimienta y gas CS en una posición en contra del viento (...) y al sur de la valla fronteriza. Los despliegues no estaban dirigidos a los migrantes que intentaban ingresar al lado de Estados Unidos o en la línea de la cerca», afirmó la CBP.

El presidente Trump considera que el muro es vital para detener la inmigración ilegal, mientras que los demócratas y algunos republicanos lo consideran poco práctico y costoso.