Estados Unidos impondrá nuevas sanciones a Rusia en respuesta al presunto ataque de Moscú contra el exespía Sergei Skripal y su hija, ambos fallecidos, argumentando que el Kremlin usó armas químicas para acabar con la vida de ambos, informaron fuentes oficiales a medios estadounidenses. Según las mismas informaciones, el secretario de Estado, Mike Pompeo, rubricó la evaluación sobre la violación por parte de Rusia del derecho internacional al envenenar a Skripal y a su hija en marzo pasado en Salisbury, en el sur de Inglaterra.

Se espera que el mayor impacto de las sanciones iniciales provenga de la prohibición de otorgar licencias para exportar productos de seguridad nacional sensibles a Rusia, que en el pasado incluyeron elementos como dispositivos electrónicos y componentes, junto con equipos de prueba y calibración para aviónica. Antes de las sanciones, tales exportaciones se permitían caso por caso.

Un coste de cientos de millones de dólares

Esa nueva prohibición causaría de desinversión de cientos de millones de dólares en futuras exportaciones a Rusia, según un alto funcionario del Departamento de Estado. La segunda ronda de sanciones podría incluir la degradación de las relaciones diplomáticas, la suspensión de la capacidad de la aerolínea estatal Aeroflot para volar a Estados Unidos y el recorte de casi todas las exportaciones e importaciones. Las sanciones a Rusia entrarán en vigor en el plazo de dos semanas, cuando la decisión se publiquen en el Registro Federal.

Las sanciones se producen cuando el equipo de seguridad nacional de Trump está trabajando para contrarrestar la persistente percepción en Estados Unidos de que el presidente no está dispuesto a desafiar a Putin o reconocer la atrocidad de las acciones de Moscú. El presidente norteamericano ha insistido repetidamente en que "nadie ha sido más duro" con el Kremlin, pero los halcones de Rusia en ambos partidos siguen alarmados por su continua minimización de la amenaza rusa a la seguridad nacional y comercial de EEUU.