Un hombre murió ayer en Harare, la capital de Zimbabue, al ser alcanzado por disparos del Ejército durante los disturbios registrados en las protestas por el fraude electoral que denuncia la oposición y que señala al partido gobernante. Los desórdenes comenzaron ante la sede de la Comisión Electoral, donde centenares de personas lanzaron piedras, cortaron calles y prendieron fuego a neumáticos gritando lemas contra el supuesto fraude y exigían la publicación de los resultados de los comicios presidenciales del lunes.

La policía utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, que llevó su protesta violenta a la sede de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido gobernante. Los manifestantes también trasladaron su indignación a otras zonas de la capital exigiendo que se reconozca la «victoria» del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) y de su candidato presidencial, Nelson Chamisa. El Ejército se desplegó posteriormente por las calles de Harare para tratar de contener la movilización. Durante las algaradas se quemaron numerosos vehículos.

EL TUIT DE CHAMISA / Chamisa proclamó el martes la victoria del Movimiento por el Cambio Democrático al tiempo que dijo ser víctima de una trampa electoral como las que permitieron a Robert Mugabe, depuesto el pasado noviembre, permanecer en el poder durante casi cuatro décadas. «Hemos ganado. La manipulación de los resultados no podrá alterar vuestra voluntad», escribía Chamisa en su cuenta de Twitter. Su rival, el presidente de Zimbabue y candidato a la reelección por ZANU-PF, Emmerson Mnangagwa, ha pedido «madurez y paciencia y ha emplazado a los líderes políticos a evitar «declaraciones provocadoras». Estos últimos comicios son los primeros en 38 años sin Mugabe. Si sus resultados no dan la mayoría absoluta a Mnangagwa o Chamisa, los zimbabuenses elegirán presidente en segunda vuelta el 8 de septiembre.