El Parlamento danés ha aprobado este jueves una proposición de ley que prohíbe el uso de prendas que cubran el rostro, incluidos el burka y el niqab, en lugares públicos, y castiga las infracciones con sanciones económicas que irán desde los 134 euros hasta los 1.343, en caso de reincidencia.

La ley, aprobada con 75 votos favor y 30 en contra, entrará en vigor el próximo 1 de agosto. La nueva normativa danesa exime las prendas que tengan un "propósito reconocido", como la ropa de invierno o los disfraces. Serán la policía y los tribunales los que determinarán si una pieza de ropa concreta infringe o no la norma, que ha estado rodeada por la polémica desde antes incluso de ser presentada en febrero.

La Alianza Liberal, uno de los tres partidos que conforman el Ejecutivo danés, dio libertad de voto a sus diputados, mientras que parlamentarios de otras formaciones han protestado contra la normativa. La iniciativa ha sido apoyada por el xenófobo Partido Popular Danés, socio externo del gobierno liberal en minoría, que propuso incluir penas de cárcel para los que infringieran la norma.

"NO ES COMPATIBLE CON LOS VALORES DANESES"

Además, la ley obliga a la policía a, si existe la sospecha de que el uso del burka o el niqab es forzado, avisar a las autoridades municipales para que estas impulsen medidas de apoyo a la mujer para salir de un "ambiente opresor".

"No es compatible con los valores de la sociedad danesa ni con el respeto a los otros ocultar la cara cuando se está en un espacio público. Debemos defender el respeto por los valores que nos unen" declaró el ministro de Justicia danés, el conservador Soren Pape Poulsen, cuando la ley fue propuesta en febrero. El ministro detalló entonces que los agentes no quitarán las prendas a las personas que las porten, sino que se limitarán a imponerles una multa e invitarlas a quitársela o irse a sus casas.

Otros países europeos como Francia, Austria, Bélgica, Holanda, Bulgaria y la región alemana de Bavaria ya han aprobado con anterioridad normativas similares para prohibir el uso público de los velos islámicos que cubren el rostro.