El ministro de Pesca noruego, Per Sandberg, abandonó este lunes su cargo en medio de una crisis política tras revelarse que había incumplido las rutinas de seguridad al no informar de un viaje privado a Irán y llevarse el móvil de trabajo.

Sandberg, que dimitió además como vicepresidente del Partido del Progreso (Frp) -una de las tres fuerzas que forman la coalición de gobierno-, estaba cuestionado desde que se destapó el caso a finales de julio, y la oposición había pedido una comparecencia sobre el caso de la primera ministra, la conservadora Erna Solberg.

"Per ha pedido él mismo dejar el cargo y creo que es la decisión correcta. No ha mostrado el juicio necesario al tratar el tema de la seguridad", dijo este lunes en rueda de prensa Solberg, que días atrás ya lo había amonestado verbalmente, aunque rechazando su salida.

La ministra de Finanzas y líder del Frp, Siv Jensen, calificó la dimisión de "comprensible" por las reacciones provocadas en la sociedad y el partido y resaltó que la posición de esta fuerza conservadora xenófoba en relación a Irán debe ser "muy clara".

País "de alto riesgo"

El escándalo estalló al saberse que Sandberg no había informado al Gobierno de sus vacaciones en Irán hasta dos días después de estar allí y que llevó consigo el teléfono de trabajo a un país que Noruega considera "de alto riesgo" a sufrir pirateo electrónico, contraviniendo las reglas de los servicios secretos.

Sandberg -que había viajado con su novia, la noruega de origen iraní Bahareh Letnes- aseguró al volver que no había informado antes por un cambio de planes a última hora, sin dar más explicaciones.

Según declaró al canal noruego TV2 la hija de Sandberg, el ya exministro quería evitar que se enterase su exmujer, Line Miriam Sandberg, secretaria de Estado en el Ministerio de Salud.

Pero la situación empeoró al revelarse que en febrero había asistido con Letnes a una recepción de la Embajada iraní en Oslo por el Día Nacional de este país, y que también se había llevado su móvil de trabajo a un viaje anterior a China.

Investigación abierta a la novia

Tanto Sandberg como Letnes rechazaron cualquier vinculación con el régimen iraní, aunque los servicios secretos noruegos le han abierto una investigación a esta última, que llegó como solicitante de asilo al país nórdico a principios de siglo.

De 58 años, Per Sandberg es un político muy conocido en Noruega y una de las voces más polémica del Frp en materia de inmigración.

Sandberg fue condenado por ejemplo en 1997 a una multa por propinar un puñetazo a un peticionario de asilo de la antigua Yugoslavia que lo había insultado antes.

Hace un par de años, en plena crisis de los refugiados, lució en el congreso de su partido una camiseta con un ancla y el lema "Buen viaje", interpretada como alusión a quienes cruzan el Mediterráneo en bote, un gesto muy criticado, aunque él negó cualquier relación.

El puesto de Sandberg como ministro de Pesca, que ocupaba desde el 2015, lo asume su compañero de partido Harald Tom Nesvik, que ejerció como diputado entre 1997 y el 2017.