Los siete hijos de la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denotan una indiscutible devoción familiar que es un rasgo inherente en su prolífica carrera política. No en vano, la actual ministra de Defensa del Ejecutivo de Angela Merkel lleva largos años apostando por el proyecto de una gran familia europea. «Mi gran objetivo es el de los Estados Unidos de Europa», exponía la dirigente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) a Der Spiegel hace ocho años. Y, una vez más, sintetizaba esa insólita capacidad para mezclar la faceta personal con su perspectiva ideológica: «No imagino la Europa de mis hijos o mis nietos como un conglomerado de estados que van por libre, atrapados por sus intereses nacionales». Credenciales consolidadas con el paso de los años, que le han valido para que la prensa alemana la identifique como «supermadre» y que demuestran que sus palabras hoy no son un mero alegato oportunista.

Von der Leyen está curtida en las tablas políticas, en las que se ha desempeñado como ministra de Tercera Edad, Mujeres y Juventud (2005-2009) y titular de Trabajo y Asuntos Sociales (2009-2013), antes de que Angela Merkel la convirtiera en la primera mujer al frente de Defensa. Una decisión que confirmaba la fe de la cancillera en esta médica de profesión, alentando los rumores que la señalaban como posible sucesora en el Ejecutivo.

Su europeísmo innegociable tiene guiños ya en las primeras etapas de su vida. Nacida en Bélgica en 1958, estudió en la Escuela Europea, un destino habitual para los hijos de los funcionarios de la UE y que le permite dominar el alemán, el inglés y el francés. Comenzó los estudios de Economía en Alemania, pero la muerte del presidente de la patronal Hanns-Martin Scheleyer en un atentado en 1977 hizo que su padre, dirigente de la CDU decidiera trasladarla a Londres, con un nombre falso y bajo protección policial. En 1980 cambia su orientación académica e inicia la carrera de Medicina, que concluyó en 1987. Por cinco años trabajó como médica asistente en Hannover e hizo un parón laboral para dedicarse a cuidar a las mellizas que acababa de alumbrar, para después reanudar su carrera como doctora.

Firme con el ‘brexit’

Von der Leyen lamentó el resultado del referéndum sobre el brexit y criticó las fake news con las que las fuerzas populistas manipularon a los votantes, pero ni siquiera justifica en su opinión la celebración de una segunda consulta, como propone el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Es una firme defensora de la igualdad propugnando la necesidad de crear mecanismos para superar la brecha de género y defiende el matrimonio homosexual. Un progresismo criticado desde sectores de su partido, pero que no le frenan tampoco en su decidida defensa de los inmigrantes. Incluso acogió un refugiado sirio en el 2014, una de las «experiencias más enriquecedoras» de su vida, dijo.