Las autoridades brasileñas decomisaron el viernes en Santos, en el litoral de Sao Paulo, 315 kilogramos de cocaína escondidas en una carga de exportación con destino al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, en España.

El Fisco frustró el envío de la droga desde el puerto de Santos, el mayor de Latinoamérica, en una inspección que contó con el apoyo de perros rastreadores, indicó el organismo en un comunicado.

La cocaína se encontraba en el interior de un contenedor en el que había tres transformadores y cuyo destino final era el puerto de Las Palmas.

Las autoridades aduaneras sospechan que la carga fue introducida por medio de una técnica en la que la droga se coloca en el contenedor sin que los exportadores e importadores sean conscientes de su traslado.

La cocaína fue confiscada y entregada en la comisaría de la Policía Federal de Santos, que la custodiará mientras concluye las investigaciones.

La terminal portuaria de Santos es escenario frecuente de grandes decomisos de cocaína por parte de las autoridades brasileñas, que en 2018, con datos parciales hasta finales de diciembre, superaron las 23 toneladas de la droga escondidas en cargas de exportación, con destino, principalmente, a Europa.

Ese balance preliminar sobrepasa con amplitud todas las aprehensiones registradas en 2017 (11,5 toneladas), así como las de 2016 (10,6 toneladas).

Ante la mayor fiscalización en el puerto de Santos, que en los últimos años se ha modernizado notablemente con equipos más sofisticados para detectar sustancias ilícitas, las organizaciones criminales están intentando abrir nuevas rutas de tráfico en otras regiones de Brasil, de acuerdo con las autoridades de este país.